TOLEDO, (EUROPA PRESS)
Un total de 554 familias de la región se beneficiaron durante el pasado año del Ingreso Mínimo de Solidaridad, una prestación económica que tiene como fin dotar de una renta mínima a aquellas familias que se encuentran con dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
Este Ingreso Mínimo de Solidaridad (IMS) es una prestación concebida para hacer frente a esas situaciones en las que las familias carecen de recursos, bien por no tener empleo, no disponer de una prestación de desempleo o cualquier otra fuente de ingresos, por lo que su carácter en el tiempo es limitado y el máximo de percepción es de 24 meses.
El número de familias perceptoras del IMS durante 2005 fue de 61 menos que en 2004. La percepción de este Ingreso Mínimo de Solidaridad se acompaña, además, de una actuación de los servicios sociales, con el fin de ayudar a esta familia a superar la situación en la que se encuentra, informó la Junta.
Para hacer frente al pago de esta prestación, durante el pasado año se destinaron cerca de 2 millones de euros. La percepción que cada familia recibe de IMS varía en función de los ingresos de la unidad familiar y el número de miembros, principalmente, por lo que la cantidad media concedida durante el pasado año fue de unos 360 euros, por una persona.
El Ingreso Mínimo de Solidaridad fue creado por la Ley de Solidaridad de Castilla-La Mancha de 1995, como instrumento para hacer frente a aquellas situaciones que sufren las familias que se encuentran en situación de exclusión social, o con grave riesgo de padecerla.