Posada dice que la Constitución aún tiene margen de desarrollo pero no se opone a cambiarla, con condiciones

Jesús Posada, presidente del Congreso, el Día de la Constitución
CONGRESO
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:34

Deja claro que la soberanía del pueblo español y la indisoluble unidad de la Nación española son fundamentos "inalterables"

MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Congreso, Jesús Posada, considera que la Constitución de 1978, "lejos de encontrarse agotada, encierra todavía muchas posibilidades de desarrollo", pero en todo caso no se opone a reformarla, como reclaman PP, Izquierda Plural o UPyD, siempre que se cumplan una serie de condiciones: diálogo previo, objetivos claros, pruebas de que los cambios van a ser eficaces y un gran consenso.

En su discurso en la recepción oficial del 35 aniversario de la Carta Magna, Posada ha querido dejar claro que la Constitución de 1978 es "la mejor de la Historia" y no está agotada, sino que "encierra todavía muchas posibilidades de desarrollo".

Ha citado incluso algunos ámbitos en los que hay margen de desarrollo: "la transparencia y la lucha contra la corrupción, la democracia interna de los partidos políticos, la igualdad de oportunidades y los derechos sociales, la protección de la familia, el impulso de la participación ciudadana o la solidaridad interterritorial, entre otros".

No obstante, no cierra la puerta a que se opte por reformar la Constitución, pero si se hace "desde el diálogo, y contando, siempre, al final, con un respaldo si no el mismo muy semejante, al consenso que acompañó la aprobación de la Constitución".

LABOR PEDAGÓGICA PARA EXPLICAR QUÉ SE QUIERE REFORMAR

"Cualquier intento de reforma, precisa una ardua labor pedagógica, que transmita, con claridad, los objetivos que persigue, y demuestre que éstos son eficaces para dar solución al problema por el que se plantea la reforma. Exige que se acredite y se justifique su oportunidad. Que se estudien y analicen sus consecuencias. Tiene además que convencer y concitar un consenso similar al de 1978", ha remarcado.

Posada ha avisado de que "es importante ser muy conscientes de que cualquier eventual modificación de nuestro valioso modelo de convivencia, que tanto esfuerzo costó construir, debe abordarse con extraordinaria cautela y exige un gran sentido de la responsabilidad".

Ha marcado también las 'líneas rojas' de esa eventual reforma: "Nuestra norma fundamental ha sido capaz de alcanzar ese equilibrio plasmando en sus dos primeros artículos el fundamento esencial en el que se sustenta nuestro ordenamiento: la soberanía del pueblo español y la indisoluble unidad de la nación española. Fundamentos que son inalterables porque encierran el objetivo fundamental que inspiró el proceso constituyente: que en ella cupiésemos todos y que fuese obra de todos los españoles".

A su juicio, ahora da la impresión de que la estabilidad política, la democracia, la libertad y el autogobierno hubieran acompañado siempre a España, pero hay que dejar claro, especialmente a ese 40% de ciudadanos que han nacido después de 1978 y que siempre han vivido en democracia, que el actual modelo de convivencia "no es gratuito", que es "el resultado del esfuerzo" y que "no fue nada fácil lograrlo".

ESTE SISTEMA NO ESTÁ GARANTIZADO DE POR VIDA

"Para lograr ese marco de convivencia, fue preciso superar muchos recelos e incomprensiones, resultado de décadas de división y discordia, y fueron necesarias muchas concesiones, comprensión, generosidad y sacrificios --ha recordado--. Y no debemos caer en la tentación de pensar que nuestro sistema de convivencia democrática se encuentra garantizado de manera irreversible. De ahí que sea muy oportuno, que, cada año, en esta fecha, renovemos nuestra adhesión a la Constitución, y le rindamos homenaje.

La Constitución , según Posada, "configuró a España, como nación de todos los españoles, de ciudadanos libres e iguales, en país solidario e integrador, unido y plural, con vocación de proyectar hacia el futuro los éxitos conjuntos alcanzados". Ha querido también subrayar "el reconocimiento y respeto a la descentralización política y al autogobierno de las nacionalidades y regiones que integran la nación española".

Ahora bien, reconoce que "en una etapa de graves dificultades económicas, unida a una crisis de confianza y distanciamiento de los ciudadanos hacia las instituciones y la clase política", es difícil hacer llegar ese sentimiento de "orgullo" por la Constitución a todos los españoles.

En su opinión, la pregunta que hay que hacerse es si la Constitución sigue ofreciendo un modelo de convivencia idóneo para encarar el futuro. "Yo creo, sinceramente, que la respuesta ha de ser afirmativa --ha añadido--. La esencia de la Constitución permanece vigente. Porque la España constitucional es, ante todo, un marco de valores colectivos, cuyo objetivo es forjar una nación fuerte, sólida, moderna, plural, protagonista de su destino en Europa y en el mundo".

LOS PILARES TIENE RESPALDO MAYORITARIO

A su juicio, son muchos los españoles que, como él, se reconocen en "esos valores de libertad e igualdad, en los principios esenciales del Estado Social y Democrático de Derecho, en el modelo territorial, y en la Monarquía parlamentaria como forma política del Estado".

Por último, ha lanzado "una llamada a la esperanza y a la confianza en el futuro" frente al pesimismo y la desilusión que han provocado las graves dificultades económicas que ha vivido España: "Este país ha sido capaz de superar muchas dificultades y ha sido capaz de forjar, en tan solo unas décadas, una brillante trayectoria de democracia y de progreso --ha recordado--. Estoy seguro de que la confianza en nosotros mismos nos va a permitir continuar recorriendo, juntos, la senda que nos fijamos cuando en 1978 apostamos por la democracia y la convivencia".