El 78% de los vascos se considera feliz, seis puntos más que la media del Estado, y un 69,9% dice tener buena salud

BILBAO, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El 78% de los ciudadanos vascos se considera feliz, seis puntos más que la media del Estado, y un 69,8% asegura tener buena salud, dos puntos más que la media de las comunidades autónomas, según indica un estudio hecho público hoy por la empresa de investigación de mercados Append.

Append, empresa de investigación de mercados a nivel nacional ubicada en Vitoria y Bilbao, ha realizado un estudio para analizar la actitud de los españoles ante la vida desde un punto de vista general del sentimiento de felicidad, y otros ámbitos como el afectivo o la salud.

El informe revela que, en términos generales, tres de cada cuatro vascos entrevistados se definen bastante o totalmente felices. Aunque las mujeres se muestran algo menos satisfechas con su vida que los hombres, es la edad la que muestra los mayores desajustes. Los jóvenes se consideran a sí mismos felices, percepción que se va reduciendo drásticamente con la edad hasta llegar a los mayores de 65 años.

Las personas con más dificultades para llegar a fin de mes son las menos felices y, en general, la satisfacción con la vida disminuye en el caso de los ciudadanos con menor nivel de instrucción, segmento más expuesto a los riesgos de exclusión social.

En lo que respeta a la salud, sólo uno de cada tres vascos manifiesta no tener buena salud. Por grupos, entre las mujeres existe una mayor tendencia a considerar regular su estado de salud aunque la edad es el elemento clave: a partir de los 65 años son más las personas que tiene una visión regular de su salud que los que se sienten bien. Asimismo, se reproduce la circunstancia de que a peor condición económica y mayores dificultades para llegar a fin de mes, peor es la percepción de la propia salud.

El estudio trata también de indagar en la satisfacción de los vascos con respecto a su vida afectiva. El 82% asegura estar satisfecho y sentirse querido. En este aspecto no hay grandes diferencias entre hombres y mujeres, pero sí crecen las valoraciones negativas en los hogares con menores ingresos.