MÉRIDA 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
La región extremeña acogió durante la campaña 2004/2005 unas 1.400 actividades cinegéticas de caza mayor aproximadamente, en las que se han abatido unas 27.600 piezas, todas ellas con destino al consumo humano, aseguró la Junta en una nota de prensa.
Aproximadamente un 20 por ciento de las carnes de jabalíes y ciervos cazados se destinaron al consumo particular del cazador y el resto a la comercialización, bien en la propia región o lo que resulta más común, a otras regiones Españolas y también otros países de la UE.
Los servicios oficiales de control veterinario han detectado alguna enfermedad transmisible a los humanos (triquinosis, tuberculosis, otras patologías de origen animal) en 27 de cada mil animales abatidos, evitando así su potencial transmisión a las personas por el consumo de este tipo de carnes.
Hay que significar que el 97,3% de las piezas inspeccionadas no presentaban patología alguna, lo cual indica una aceptable salubridad de las carnes de caza mayor silvestre en Extremadura, propiciando una carne de excelente calidad y ecológica (alimentación natural).