Absuelto de delitos de abuso sexual, pero multado con 80 euros el hombre que envió SMS obscenos a una empleada

Se trata del vallisoletano que durante el juicio sufrió un proceso de apnea y se quedó dormido y comenzó a roncar

Europa Press Nacional
Actualizado: sábado, 6 mayo 2006 13:55

VALLADOLID, 6 May. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número 1 de Valladolid ha absuelto de delitos de abuso y acoso sexual al vallisoletano R.J.A.A, el mismo que durante el juicio se quedó dormido y empezó a roncar tras sufrir un proceso de apnea del sueño, pero acordó imponerle una multa de 80 euros como autor de una falta de vejaciones al considerar probado que en octubre de 2003 envió a una empleada distintos SMS a través del móvil de claro contenido obsceno.

En su fallo, la juez responsabiliza únicamente al condenado, compañero sentimental de la dueña de un conocido establecimiento de compra-venta de artículos de segunda mano de la capital, del envío de mensajes obscenos al teléfono móvil de la que fuera trabajadora del mismo negocio, C.S.J.B, y cuyo tenor era del tipo "qué gorda me la pones", "me vuelves a poner la polla gorda" o "quiero, quiero, quiero", según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Aunque el acusado alegó en su día que mandó los mensajes a la empleada por equivocación, ya que el nombre de su compañera sentimental y el de la denunciante empiezan por la misma letra, la juez no considera creíble tal versión y apunta que ello podría darse si hubiera mandado un único SMS pero no cuatro, "teniendo además en cuenta que por su explícito contenido sexual el remitente toma de ordinario mayores precauciones al enviarlos".

Lo que no ha entendido probado la juez son los tocamientos sobre la joven trabajadora que le imputaban tanto el Ministerio Fiscal--le pedía 1 año de cárcel y multa--como la acusación particular--solicitó una multa global de 12.960 euros--al no considerar suficiente el testimonio aportado por la denunciante para enervar la presunción de inocencia de R.J.A.A.

Durante el juicio, la víctima, C.S.J.B, mantuvo que el día 6 de octubre de 2003, tras cerca de año y medio en la empresa, llegó a solicitar la baja voluntaria en la misma harta de distintos episodios de acoso sufridos por el acusado, de quien aseguró que era el que daba órdenes tanto a ella como a otra empleada.

La denunciante explicó que inicialmente la relación laboral con el acusado fue bien hasta que pasado un año empezó a sufrir su "agobio y su persecución" y, sobre todo, desde el momento en que su jefe "se pasó con la mano", en referencia a los supuestos tocamientos de culo y espalda sufridos y no considerados probados o a aquellas ocasiones en que el supuesto acosador la amenazaba con tocarle el "chocho" si no salía de detrás del mostrador para facilitarle a él el acceso.

La joven relató que, pese a pedir la baja el día 6 de octubre de 2003, continuó trabajando quince días más al objeto de que la empresa pudiera sustituirla y tras recibir la promesa del acusado de que le arreglaría los papeles para poder cobrar el paro.

En ese periodo final la situación se tornó aún más insostenible, aseguró la empleada, quien puso como ejemplo el episodio ocurrido el día 10 de ese mismo mes cuando colocó unas bombillas y tuvo que subir a una escalera que agarraba el imputado. "¡Me la has puesto gorda!", aseguró la víctima que le dijo posteriormente el acusado.

A ello se suman los SMS que la empleada recibió en su teléfono móvil enviados por R.J.A.A. entre los días 6 y 21 de octubre, lo único que en la sentencia ha sido considerado como probado y que ha derivado en una condena por falta de vejaciones.

Por su parte, el acusado, quien durante la fase de conclusiones de las partes llegó a quedarse dormido en el banquillo, aseguró que su relación con la joven fue "absolutamente cordial y fluida" y justificó el envío de SMS en una equivocación, al tiempo que achacó la denuncia a una venganza ya que inicialmente su mujer se negó a pagar la liquidación a la denunciante.

Contenido patrocinado