Absuelto un miembro de Resistencia Galega cuyas huellas aparecieron junto a un artefacto

MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha absuelto a Eduardo Vigo Domínguez del delito de confección de aparato explosivo con fines terroristas que se le imputaba, por el que la Fiscalía pidió ocho años de cárcel, a pesar de que sus huellas aparecieron en un guante localizado en un coche en el que su hermano y otra persona transportaban un artefacto explosivo.

La sentencia, dictada este miércoles, establece que existe una "importante laguna probatoria derivada del hecho de desconocer, sin atisbo de alguna duda, si la utilización por el acusado de esos guantes provenía de la confección del artefacto, eliminando cualquier otra hipótesis de coincidencia entre el hallazgo de su ADN en la parte interior de los guantes y la presencia de par'ticulas del explosivo en su parte externa".

La Guardia Civil detuvo el 14 de diciembre de 2007 al hermano del acusado, Santiago Vigo Domínguez, y a José Manuel Sánchez Gorgas en el punto kilómetrico 79,800 de la carretera AC-550, en el término municipal de La Coruña, cuando transportaban en un Renault Clio un artefacto explosivo que iba a ser colocado en unas edificaciones en construcción.

RESTOS DE ADN Y TRAZAS DE EXPLOSIVO

También llevaban una mochila que contenía "un papel triangular" con el texto 'Perigo bomba' y dos pares de guantes, en uno de los cuales aparecieron los restos de ADN del acusado y trazas o partículas de la carga del artefacto explosivo así como dos pasamontañas.

El artefacto estaba formado por un dispositivo de iniciación pirotécnico, ocho cargas con unos 580 gramos de pólvora, cinco aerosoles de gas butano y 384 gramos de metralla. También trasladaban dos relojes despertadores manipulados para acoplarles un artefacto y dos rollos de cinta aislante.

Eduardo Vigo, ya condenado el pasado 12 de septiembre a 18 años de prisión por integración en la organización terrorista Resistencia Galega, falsificación de documento oficial y tenencia de explosivos, negó durante la vista oral tener relación con la bomba.

Los dos pasajeros del coche alegaron en el juicio que se habían encontrado el artefacto en el monte y que lo metieron en el vehículo para deshacerse de él. Ambos fueron condenados a cuatro años de prisión por el Tribunal Supremo por planear atentar sin éxito contra una urbanización de chalés en Porto do Son (A Coruña).