Absuelto el teniente de la Guardia Civil acusado de abrir una carta dirigida a su capitán

Actualizado: martes, 5 diciembre 2006 14:19

JAEN, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

El titular del juzgado de lo Penal número uno de Jaén ha absuelto al teniente de la Guardia Civil que se enfrentaba a una pena de tres años y medio de prisión por abrir una carta dirigida a su capitán, según informaron a Europa Press fuentes judiciales cercanas al caso.

En el juicio, que quedó visto para sentencia el pasado jueves, el acusado, destinado como teniente en La Carolina (Jaén), admitió haber abierto el sobre remitido a su capitán pero alegó que en ese momento pensó que se trataba de un documento oficial, ya que se encontraba en la carpeta en la que guardan esos documentos.

Los hechos se remontan al mes de noviembre del año 2005, cuando Antonio Z.A. asumió el mando accidental del cuartel porque su jefe tomó un permiso urgente. En consecuencia, supervisó la correspondencia que había llegado, entre la que se encontraba la carta dirigida a su superior. La epístola era una invitación a una montería realizada por parte de una sociedad de caza.

El acusado argumentó que cuando abrió la carta no leyó en el sobre el nombre del capitán y que, al ver el contenido, comentó en voz alta que se trataba de una invitación tras lo que volvió a guardarla en la carpeta en la que la había encontrado con el resto de documentos oficiales.

Además, Antonio Z.A. explicó que cuando vio el sobre pensó que iba dirigido al cargo y no a la persona en particular que lo ocupa. Además, agregó que entre su capitán y él media una relación de enemistad anterior.

Por su parte, el capitán indicó que lo habitual es que su correspondencia privada esté dentro de la carpeta de documentos oficiales y que esas cartas no tiene que abrirlas nadie salvo él mismo. Asimismo, aseguró que cuando regresó de su permiso y se dio cuenta de que una carta dirigida a su persona había sido abierta preguntó que quién lo había hecho y le contestaron que fue el acusado, sobre el que apuntó que no le pidió disculpas por ello, tras lo que decidió interponer la denuncia al estimar que había invadido su esfera privada.

Asimismo, el capitán, que ni es cazador ni conocía a la asociación que le remitió la carta, relató que el acusado "siempre" intenta desprestigiar al mando superior.

En último lugar, el guardia civil que presenció cómo el acusado abrió el sobre respondió ante la pregunta de si había detectado algún tipo de enemistad entre el capitán y Antonio Z.A. que ambos son como "dos gallos en un corral" y afirmó que el acusado le pidió que ofreciera una versión de los hechos más acorde con la suya.

Ante estos hechos, el ministerio fiscal solicitó la libre absolución argumentando que la denuncia parte de un conflicto anterior entre ambos guardias civiles y que se ha tratado de resolver en el banquillo.

Además, consideró que los hechos juzgados son "un error humano que no se ha perdonado por un problema de fondo", por lo que aseguró que el juicio "no se sostiene". Además, agregó que esos "errores humanos" ocurren con frecuencia en la administración pública. De igual modo, destacó que la carta no se le envió al capitán por ser quien es sino por ocupar el cargo que tiene y sentenció que no se relevó secreto alguno. El letrado de la defensa se adhirió a la petición del ministerio público, un alegato que el magistrado calificó de "brillante y demoledor".

Por su parte, la acusación particular consideró a Antonio Z.A. responsable de un delito de descubrimiento y revelación secreto por lo que pidió la imposición de una pena de tres años y medio de prisión así como el pago de una multa de 3.600 euros y, en concepto de responsabilidad civil, el abono de una indemnización de 3.000 euros.