Abuelas de Mayo aseguran que no tienen rencor y que trabajan "en paz pero inexorablemente en la búsqueda de la justicia"

Departamentos de Justicia de los gobiernos vasco y argentino firmarán la próxima semana un convenio para recuperar la memoria histórica

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 14 diciembre 2006 15:53

VITORIA, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Asociación de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela Carlotto, y la vicepresidenta de este colectivo, Rosa Tarlovsky, aseguraron hoy que no sienten rencor y afirmaron que siguen trabajando "en paz pero inexorablemente en la búsqueda de la justicia y de la verdad".

Ambas representantes realizaron estas declaraciones en la rueda de prensa que ofrecieron en Vitoria, horas antes de recibir el premio René Cassin de Derechos Humanos de 2006 de manos del lehendakari, Juan José Ibarretxe. A la comparecencia asistió también el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, quien consideró que estas mujeres "son un reflejo de la defensa de los Derechos Humanos".

Carlotto mostró su "agradecimiento y honor" por el premio que van a recibir esta tarde, en un acto que tendrá lugar a las 19.00 horas en la sede de la Lehendakaritza, en Vitoria, y manifestó que siempre que han venido a Euskadi "han visto el mismo sentimiento de solidaridad que han apreciado en esta ocasión".

Tras indicar que llevan 30 años haciendo algo que nunca imaginaron que llegarían a hacer, aseguró que la dictadura en Argentina "fue feroz" y que se trató de un proyecto "muy bien preparado de muerte y de aniquilamiento".

La presidenta recordó que desaparecieron 30.000 personas de todas las edades, entre los que se encontraban unos 500 bebés que después fueron "regalados" o abandonados, dependiendo de sus características físicas, y que esto fue algo único en toda Latinoamérica. Asimismo, agregó que se instalaron unos 500 campos de exterminio y de torturas en los que los detenidos estaban en condiciones infrahumanas.

Carlotto apuntó que la búsqueda y la lucha de las abuelas es doble, porque tienen que buscar a sus hijos y a sus nietos, y añadió que "lo más dramático y perverso" fue comprobar que los militares esperaron a que las mujeres embarazadas tuviesen a sus hijos antes de asesinarlas. En este sentido, criticó que convirtiesen los niños "en un botín de guerra" y que los criasen mintiéndoles.

"Queremos liberarles y devolverles su identidad", anunció la representante de este colectivo, quien informó de que hasta el momento han recuperado a 85 nietos. "No tenemos rencor y trabajamos en paz pero inexorablemente en la búsqueda de la verdad y de la justicia", aseguró.

Tarlovsky, por su parte, contó su experiencia personal sobre la recuperación de su nieto, y dijo que esta asociación está "dando la oportunidad a los secuestradores para que también hagan justicia". Tras criticar las leyes de punto final, dijo que tras la declaración de inconstitucionalidad de éstas, muchos van a poder ser detenidos y condenados, y se mostró "muy contenta" por el trabajo que han realizado en todos estos años.

SOCIEDAD NORMALIZADA

Preguntadas sobre cómo hay que trabajar en Argentina para conseguir una sociedad normalizada, Carlotto dijo que "para llegar a tener una verdadera democracia sólo se puede hacer con la justicia absoluta y con la verdad".

Sin embargo, dijo que "quienes tienen que decir la verdad no la dicen" y que éstos son "las fuerzas armadas y de seguridad, que son muy corporativas y silenciosas" y que "se cubren entre ellos". "Nadie habla y nadie confiesa esos crímenes horrorosos que sólo conocemos por los supervivientes", lamentó.

En este sentido, indicó que "hay pruebas más que suficientes" por las que van a ser juzgados y condenados, y aseguró que "las condenas están llegando porque ya no hay leyes de perdón en Argentina".

"Pero hay mucho por hacer porque la dictadura fue muy destructiva, en lo moral y en lo económico, y dejó una deuda externa imparable y una desmoralización social muy grande porque sembró una gran desconfianza", lamentó la presidenta.

Por este motivo, manifestó que "para recuperar la confianza en el pueblo argentino hay que trabajar mucho", algo en lo que trabajan las Abuelas de la Plaza de Mayo.

"El Estado de derecho debe reparar el genocidio que hizo el Estado terrorista", indicó también Carlotto, quien apuntó que "aunque se hicieron algunas cosas, falta mucho todavía por hacer".

Respecto al actual presidente de Argentina, Néstor Kirchner, consideró que su gestión refleja "una decisión política muy fuerte en terminar con la impunidad", y dijo que "todos los actos de gobierno van a reparar y a que la justicia funcione plenamente". A pesar de esto, reiteró que "falta mucho todavía, quizás una década, para poder dejar las cosas en claro y a cada uno en su lugar".

Por último, recordó que son "1.600 los responsables uniformados" y que "en las fuerzas armadas son más aún", e insistió en que "son corporativos y siguen mezclados", por lo que hay que trabajar para "seguir identificándoles".

CONVENIO DE COLABORACION

Azkarraga informó de que esta asociación celebrará el año que viene su 30 aniversario y dijo que durante todo este tiempo ha luchado por conocer el paradero de sus hijos y nietos desaparecidos. En este sentido, agregó que las abuelas han demostrado "su tesón y su verdad" y consideró que son "un reflejo vivo de la defensa de los derechos humanos".

"El terrorismo de Estado no es impune y se le puede combatir sin armas y con tesón y constancia", aseguró el consejero vasco de Justicia, quien informó además de que la próxima semana su departamento y su homólogo en el Gobierno de Argentina suscribirán un convenio de colaboración destinado a "trabajar conjuntamente en políticas de recuperación de la memoria histórica" y en "políticas de educación en derechos humanos y para la paz".

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