BARCELONA 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El acusado de apuñalar a su ex pareja más de 60 veces con un puñal y una catana en su domicilio de Barcelona se negó a declarar durante la vista oral celebrada hoy y se enfrentó con la magistrada en dos ocasiones, tras lo cual fue expulsado por desacato. La juez se vio obligada a llamarle al orden cuando el procesado empezó a exclamar entre gritos que ya estaba todo juzgado y que no quería "estar presente en esa payasada".
El procesado, Eduardo José de Mello B.C.E., de 42 años y nacionalidad portuguesa, se encaró por primera vez con la juez durante las alegaciones previas de la fiscal, Mar Cuesta. En concreto, empezó a quejarse cuando ella se estaba dirigiendo al jurado para explicarles que su objetivo es defender la verdad. "No te lo crees ni tú", le espetó el acusado.
La juez le llamó al orden y le pidió que se callara, ya que tendría ocasión de hablar durante su declaración. El acusado hizo caso omiso y empezó a insinuar, entre gritos, que dijera lo que dijera ya estaba todo juzgado en la sala. Finalmente, la juez se vio obligada a expulsarle.
El segundo enfrentamiento con la magistrada se produjo cuando llegó el momento de que el acusado declarara. La juez pidió al letrado de la defensa que hablara con Eduardo José y le preguntase si quería declarar. Después de hablar con su abogado el acusado se negó, aunque tenía que entrar en la sala para que su decisión constase en acta.
La juez le pidió entonces que le escuchase. "Yo estoy aquí para que usted tenga un juicio justo, no para juzgarle, así que no voy a decir nada que le perjudique", le explicó. "Escúcheme usted a mí, le pido por favor que me deje salir de la sala, esto es una payasada", le respondió Eduardo José.
Según dijo el acusado, todo lo que ha dicho se ha "tergiversado", por eso se negó a hablar durante la vista oral. "No quiero estar presente en esta payasada", añadió, tras lo cual la juez pidió que se lo llevasen de la sala.
SOLDADO PROFESIONAL.
A pesar de que Eduardo José no quiso ejercer su derecho a declarar, la fiscal, la acusación particular y la defensa formularon sus preguntas para que constasen en acta.
La fiscal quería saber, entre otras cosas, si el acusado fue soldado profesional, si participó en las guerras de Angola o Mozambique y si mató a su ex pareja, Rosenda S.R., porque no quiso darle dinero ni continuar con su relación sentimental.
La acusación particular, por su parte, quería aclarar si era la víctima quien hacía frente a los gastos de alquiler y suministros de la vivienda que el acusado ocupaba en la calle Anoia, en el barrio de la Zona Franca de Barcelona.
MÁS DE 60 PUÑALADAS.
Un jurado popular juzga desde hoy en la Audiencia de Barcelona a Eduardo José de Mello por apuñalar presuntamente a su ex pareja en más de 60 ocasiones con una catana y un puñal en su domicilio.
Los hechos ocurrieron el 13 de agosto de 2003, cuando el acusado, estando a solas con la víctima en su casa habría aprovechado para seccionarle el cuello y apuñalarla repetidamente, utilizando para ello una catana de 68 centímetros de longitud y un puñal de 11 centímetros de hoja.
Según explicó la fiscal durante el juicio, Eduardo José llamó presuntamente a Rosenda la tarde del 12 de agosto para pedirle que le llevara a casa medicamentos para el dolor de muelas. Al llegar al domicilio del acusado, éste le habría pedido dinero para pagar una multa por un juicio anterior.
Rosenda se negó a entregarle dinero y fue entonces cuando Eduardo José empezó presuntamente a darle puñetazos en la cara. A continuación, el acusado cogió supuestamente el puñal y se lo clavó en la espalda más de 60 veces. Según la fiscal, con el mismo cuchillo, de espaldas a Rosenda, Eduardo José le habría seccionado el cuello "con gran fuerza".
La mujer cayó entonces sobre el sofá de la casa y, tras comprobar que seguía viva, el acusado cogió presuntamente la catana y se la clavó en el vientre, acabando así con la vida de Rosenda.
Según un auto emitido por la Audiencia de Barcelona, en total Eduardo José le causó 75 heridas, algunas mortales y otras "para aumentar el sufrimiento de la víctima de manera innecesaria para causarle la muerte".
Eduardo José de Mello B.C.E. fue detenido tras confesar en el Juzgado de Guardia de Barcelona que había matado a su mujer con una espada japonesa e indicar a la Policía el domicilio donde se hallaba el cadáver.
LA ACUSACIÓN PARTICULAR PIDE 28 AÑOS.
El Ministerio Fiscal solicita una pena de 22 años y medio de prisión para el acusado por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y atenuante de confesión. La acusación particular, ejercida por la hija de la víctima, pide la pena máxima, 25 años de cárcel, y tres años más por tenencia ilícita de armas. Las dos partes solicitan que el acusado indemnice a la hija de Rosenda con 98.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
La defensa del acusado, por su parte, no niega la presunta muerte violenta de Rosenda ni su participación en la misma. Sin embargo, alega que Eduardo José actuó en legítima defensa. Según su versión, Rosenda le agredió con un cuchillo y él se vio obligado a desenfundar la catana para defenderse, seccionándole el cuello en esta maniobra defensiva y apuñalándola repetidamente por el estado de exaltación en que se encontraba al haber ingerido alcohol y fármacos.
La defensa de Eduardo José solicita su absolución o, alternativamente, tres meses de prisión por un delito de homicidio imprudente con las eximentes de alteración psíquica e intoxicación plena y la atenuante de confesión.