El acusado de atacar la sede del PP de Ermua dice que cualquier 'okupa' pudo utilizar unos guantes con su ADN

MADRID 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El acusado de colocar un artefacto explosivo en la sede del PP de Ermua (Vizcaya) el 21 de mayo de 2003 alegó hoy ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga que cualquiera que pasara por la casa 'okupa' de Elgoibar en la que habitaba en esa época pudo utilizar los guantes con su ADN que fueron hallados junto a la bomba, que no llegó a explotar.

Sabin Mendizabal, que se enfrenta a una pena de ocho años de cárcel, aseguró que "nunca" ha participado en "hechos de este tipo" y que "la primera vez" que supo de la existencia de un intento de atentado contra la sede del PP de Ermua fue cuando se lo comunicaron tras su detención.

La principal prueba valorada durante el juicio, que quedó visto para sentencia ante la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, son las muestras de ADN halladas en unos guantes de látex que estaban adheridos al artefacto, que coinciden con el perfil genético que fue extraído de un esputo y unos calzoncillos del acusado.

Sin embargo, Mendizabal explicó que esos guantes los utilizaba para "hacer labores en la casa como el tratamiento de madera, el echado de abono o apaños de pared o tejado", y que estaban "disponibles" para cualquier miembro de la casa 'okupa', que estaba "abierta a mucha gente que no vivía allí, que pernoctaba o que iba de paso".

DAÑOS MATERIALES

En la vista también comparecieron varios miembros de la Ertzaintza que explicaron que el artefacto era "sofisticado técnicamente" y que podría haber causado daños personales y materiales en una distancia de 60 ó 70 metros. A pesar de que sólo explotó el sistema de iniciación, los desperfectos fueron evaluados en 585,14 euros.

El fiscal Miguel Ángel Carballo elevó a defintiva su petición de pena de ocho años de cárcel por un delito de intento de estragos terroristas y otro de tenencia de explosivos.