El acusado de incendiar la casa con su mujer dentro fue detenido con una botella de disolvente

SANTANDER, 3 May. (EUROPA PRESS) -

José Luis L.L., acusado de prender fuego a la casa de su mujer, de la que llevaba separado 8 años, con su hija en común y dos nietos dentro, fue interceptado inmediatamente después de los hechos huyendo con una botella "medio llena" de disolvente.

Así lo testificaron tanto la hija del procesado, como un conductor de ambulancias que pasaba por la avenida Carrero Blanco de Santoña, donde estaba el domicilio, y los agentes de la Guardia Civil que acudieron avisados por la mujer.

Por su parte, el procesado declaró "no acordarse de nada" de lo que sucedió la noche de autos, sobre las cuatro y media de la madrugada del 4 de abril de 2005, cuando según la Fiscalía se acercó al domicilio de su mujer -de la que no está divorciado- con una botella de disolvente, que echó en la puerta de la vivienda, originando un fuego en el interior del domicilio.

De hecho, tanto la mujer como la hija declararon ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria que si las llamas no fueron a más fue porque el perro de la casa las despertó con sus ladridos cuando se declaró el incendió.

En las conclusiones finales, la Fiscalía elevó a definitiva la petición de ocho años de prisión para el procesado por un delito de incendio, así como la prohibición de acercarse a su mujer o a su hija en nueve años.

Por su parte, la Defensa reconoce que su cliente prendió fuego a la puerta de la vivienda, aunque con la eximente incompleta de trastorno de personalidad, y las atenuantes de alcoholismo y reparación de daños (indemnizó ayer con unos 1.700 euros a su esposa), solicitando nueve meses de prisión por un delito de daños, o alternativamente, dos años y medio de cárcel por uno de incendio.

SE INTENTÓ "ENVENENAR" AL ENTERARSE

José Luis L.L., que padece un alcoholismo crónico certificado por los peritos, aseguró que cuando fue conducido a la Prisión Provincial de Santander se intentó "envenenar" comiendo "marisco", al que es alérgico, cuando le contaron lo que había pasado. Posteriormente, aseguró que se intentó suicidar.

No obstante, y frente a la tesis que esgrimió de que esa noche habido bebido mucho, razón por la que no se acordaba de nada de lo que sucedió, los Guardia Civiles y agentes de la Policía Local que acudieron la noche de autos aseguraron que no percibían signos de que estuviera borracho, aunque algunos declararon que era conocido en Santoña por su afición a la bebida.

Según declaró la mujer, se despertaron con los ladridos del perro, viendo el pasillo en llamas, que sofocaron con mantas. Posteriormente, la hija bajó hacia la calle, encontrándose con su padre, con el que forcejeó porque éste "se quería marchar".

Así lo ratificó el conductor de ambulancias que paró al ver como un hombre agredía a una mujer --la hija del acusado-, agarrando a José Luis, a quien le quitó una botella "medio llena" con fuerte olor a "aguarrás", que entregaron a los agentes de la Guardia Civil cuando llegaron.

CONTÓ LO QUE PASÓ A LAS FORENSES

Las peritos forenses explicaron ante el Tribunal que el acusado les explicó que esa noche "no había bebido alcohol" y que sí se dirigió al domicilio de su esposa.

Agentes del atestado testificaron que el acusado tenía en su poder, cuando fue detenido, un mechero, y las llaves de acceso al portal del piso de la mujer, y de los garajes, desde donde se puede acceder a las viviendas.

Por último, los agentes de la Guardia Civil de Madrid que analizaron muestras del incendio certificaron también, por videoconferencia, que los análisis dieron positivo en los rastros de disolvente, quedando el juicio visto para sentencia.