Un acusado de intentar matar a su padre dice que se bebió 14 whiskies

Actualizado: jueves, 21 septiembre 2006 16:32

CÓRDOBA, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

La sección segunda de la Audiencia de Córdoba juzgó hoy a A.B.F, acusado de intentar matar a su padre a puñaladas durante una discusión, quien afirmó hoy en la vista oral que no se acordaba de nada de lo sucedido y que se había tomado 14 whiskies momentos antes de los hechos.

En su declaración, el acusado manifestó que lleva en tratamiento 25 años por trastornos esquizofrénicos-paranoides, es alcohólico y que había consumido pastillas para su enfermedad. Además, afirmó que no se acordaba de nada de lo que pasó, aunque sí de que "había pinchado a su padre, pero no cómo lo hizo ni qué pasó después".

Según la calificación del fiscal, los hechos sucedieron sobre las 18.00 horas del día 1 de noviembre de 2005, cuando en el domicilio familiar, en Córdoba, se originó una discusión entre el acusado y su padre a consecuencia de un incidente ocurrido esa mañana entre ambos y una vecina del inmueble, recriminando el procesado a su progenitor que hubiera tomado parte a favor de dicha vecina.

Durante la discusión, el acusado "adoptó una actitud violenta, dirigiendo a su padre expresiones de menosprecio e insultantes, por lo que dado el cariz que estaba tomando el incidente, y los antecedentes de violentas discusiones familiares", el padre del acusado dijo que iba a llamar a la Policía.

En ese momento, el inculpado, tras coger un cuchillo de cocina, se dirigió a él, y "con ánimo de matarlo", le asestó una puñalada en dirección al pecho, cubriéndose la víctima con el brazo, atravesándole el cuchillo dicho miembro, asestándole seguidamente otra puñalada en el tórax.

En la vista oral los forenses que atendieron al supuesto agresor afirmaron que no existe ningún dato objetivo que justifique que el acusado estaba bajo los efectos del alcohol y que en el momento de los hechos era consciente de lo que estaba haciendo, si bien confirmaron que presenta "un trastorno de personalidad y psicoafectivo, con deterioro progresivo en el individuo".

Por su parte, el psiquiatra que lleva tratando al presunto autor desde 1995 afirmó que A.B.F. "sufre un trastorno esquizoafectivo de la personalidad y que aunque sea consciente de lo que hace, no puede discernir claramente de sus actuaciones". Y es que, según dijo, "la enfermedad cursa por brotes y aunque en los momentos de crisis entiende, la volición tiende a disminuir, pero los impulsos hacen que no se impida ante lo que su cerebro piensa".

El especialista señaló además que el acusado "en ocasiones ha tenido problemas de abuso de alcohol, ha sido sufridor de su patología, y en ocasiones ha llegado a tener actos agresivos consigo mismo".

El ministerio público pide ocho años de prisión y el internamiento del acusado en un centro psiquiátrico adecuado para su tratamiento terapéutico y la prohibición de aproximación a su padre y domicilio, en un radio de 500 metros durante nueve años. Por su parte, la defensa pide la absolución y tratamiento en un centro especializado.