Acusado de matar a su compañera en Marbella dice que fue otro hombre y que no denunció por "miedo"

Actualizado: lunes, 23 octubre 2006 17:56

MÁLAGA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El italiano acusado de matar a golpes a su compañera sentimental en la casa que compartían en Marbella (Málaga) negó hoy ante el jurado popular los hechos y aseguró que fue otro hombre, un chico amigo de la víctima a quien no conocía, el que la asesinó, mientras que él estaba en la vivienda. Señaló que no pidió ayuda ni denunció los hechos "por miedo" a ese presunto agresor, que le amenazó.

Los hechos sucedieron el 17 de enero de 2002 en Marbella. La Fiscalía y la acusación particular solicitan 20 años de prisión para Alessandro B., por el asesinato de su pareja, de 21 años y origen marroquí, a quien, presuntamente, golpeó "brutalmente" en la cabeza, causándole 15 heridas, intentando, luego, quemar el cadáver, según el escrito del fiscal, al que tuvo acceso Europa Press.

El procesado negó que la víctima, que dijo que era prostituta, fuera su pareja y señaló que sólo eran amigos, aunque a veces mantenían relaciones sexuales y llevaban viviendo juntos un año. Explicó que el día de los hechos, la joven llegó a la casa con un amigo "que quería mi dinero y mis cosas" y que se puso agresivo con él, hasta el punto de tirarle gasolina y prenderle fuego.

Manifestó al jurado que ella lo ayudó a meterse en la bañera por las quemaduras, porque él tenía lesionadas las piernas, por un accidente de tráfico anterior, y necesitaba silla de ruedas para moverse bien. Luego se quedó en la cama y, aunque afirmó que recuerda que la víctima gritaba desde el comedor, no hizo nada, "porque no estaba en condiciones de ayudarla".

Declaró que por la mañana vio el cadáver de la joven en su habitación, que lo había trasladado el otro hombre, del que sólo sabe que hablaba en árabe y que le pidió dinero, a lo que accedió, tras lo que le dejó irse de la casa. Cuando salió de la urbanización, solo, no llamó a la Policía ni pidió ayuda porque "tenía miedo" a esa tercera persona, que "me amenazó con hacerme daño" y que tenía un revólver, según dijo.

El magistrado-presidente del Tribunal del Jurado le reiteró la cuestión realizada por el jurado sobre cómo puede ser que no se pudiera mover para ayudar a la víctima pero, posteriormente, saliera solo de la urbanización, a lo que contestó que esto último lo hizo con dificultad. Además, preguntó cómo explica que el presunto asesino dejara libre a alguien que podía delatarlo, lo que no supo responder, al igual que por qué no le mató también a él.

Argumentó que los restos de su sangre encontrados por la casa fueron por las quemaduras que presentaba y, a preguntas de la abogada de la acusación particular, dijo no saber cómo es que no había restos de otras personas en el lugar de los hechos, cuando los forenses aseguran que la joven intentó defenderse de su agresor.

El acusado fue detenido un año después del asesinato, tiempo en el que estuvo viviendo en un albergue de Málaga capital, donde había dado otro nombre, al igual que en el hospital cuando se fue a curar de las quemaduras cuatro días después de los hechos. Usaba esa falsa identidad porque, según contó hoy, fue secuestrado días antes del asesinato de la joven, que era víctima de malos tratos, según informó en su día la Policía.

Los hechos sucedieron justo el día en que la madre de la víctima venía desde Marruecos para mediar en la pareja, que tras el accidente de tráfico tenía, al parecer, fuertes disputas, aspecto que negó hoy el procesado, quien llamó a la madre de la joven para saber cuándo llegaba, una vez que ya se había producido el asesinato. El juicio continuará mañana.