SAN SEBASTIÁN, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un hombre acusado de matar de una cuchillada a su cuñado en una plaza de Pasaia Antxo (Guipúzcoa), ambos de etnia gitana, declaró hoy en el juicio que no lo hizo intencionadamente, sino durante un "forcejeo" con la víctima para impedir que agrediera a su hermana, a la que, según dijo, había golpeado dos días antes en una gasolinera de Tolosa. El inculpado señaló que actuó movido "por un instinto de familia".
El juicio contra E.S.G. comenzó esta mañana en la Sección Primera de la Audiencia guipuzcoana tras la elección ayer de las cinco mujeres y los cuatro hombres que componen el jurado que deberá emitir un veredicto sobre el caso.
El fiscal pide para el acusado una pena de 12 años de cárcel por un presunto delito de homicidio, mientras que el abogado de la familia del fallecido reclama 20 años al entender que E.S.G. aprovechó la situación de "indefensión" de la víctima para matarle.
Por su parte, la defensa asegura que su cliente actuó en "legítima defensa e impulsado por el miedo insuperable" y, por lo tanto, pide su absolución.
Los hechos ocurrieron sobre las dos y cuatro de la tarde del 20 de marzo de 2003 en una plaza de Pasaia Antxo, a donde el fallecido acudió junto un primo para recoger a su hija de tres años en el domicilio de los padres de su mujer. El matrimonio se encontraba en un proceso de separación.
"MIEDO Y PANICO"
El acusado señaló que su hermana se había trasladado a la vivienda de sus padres junto a sus dos hijos después de que, dos días antes, su marido le agrediera en una gasolinera y le dejara "tirada" allí.
Según su declaración, él mismo bajó la niña al portal de la casa y se la entregó al primo de la víctima. A continuación, volvió al domicilio para coger una riñonera e irse a trabajar, y en las escaleras se cruzó con su hermana.
El inculpado señaló que, cuando se dirigía a trabajar, vio en la calle al fallecido agarrando de la "pechera" a su hermana con una mano y zarandeándola, y con un arma blanca en la otra mano. "Pensé que le iba a matar", añadió.
Según su versión, intentó separar a su cuñado de su hermana y, en el forcejeo, le quitó el arma, tras lo que la víctima se "abalanzó" contra el acusado, momento en el que el arma "se clavó".
El imputado dijo que todo ocurrió en "décimas de segundo" y que actuó por "impulso", movido por el "miedo" y el "pánico", para defenderse a él mismo y a su hermana, ante una persona que era "muchísimo más fuerte y alto" que el imputado.
A continuación, tiró el arma al suelo y fue a avisar a su padre para que la familia se marchara de allí, ante el temor a represalias. Por su parte, la víctima "salió corriendo".