OVIEDO 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El hombre acusado de matar a un joven de 22 años en un pub de Oviedo el 9 de julio de 2005 declaró hoy, en el primer día del juicio ante el jurado popular, "que no quería matarlo, ni herirlo, fue mala suerte". Según la versión del acusado, la víctima se "abalanzó" sobre él, que llevaba una navaja en la mano "para protegerse".
El presunto autor del asesinato, F.S.P, de 50 años y viudo, ratificó la declaración que realizó en su día en la comisaría de policía y en los juzgados y declaró que cuando ocurrieron los hechos había consumido "grandes dosis de alcohol y de cocaína".
Siempre según la versión de F.S.P, recogió a su novia a las 8 de la mañana "de su trabajo" en el Campillín y se fueron al pub ovetense 'Xalaban' en la calle Postigo de Oviedo. Afirmó que cuando salió del baño, tras "meterse unas rayas de coca", se encontró a la víctima y a su novia, S.P.S., hablando. Esta situación llevó a que el joven fallecido y el acusado se enzarzasen en una discusión, por celos.
Posteriormente y terminada la discusión, se volvieron a encontrar entre las dos puertas de entrada en el local. En ese momento, el acusado, "al ver que venían dos", sacó la navaja para "intimidarlos y ponerlos a raya", momento en el que, al echársele la víctima encima "se le clavó la navaja". "Noté que le había pinchado pero poco no pensé que se iba a morir".
Además el acusado declaró que la víctima tenía "más droga" que él "en el cuerpo" porque "se notaba que no tenía miedo a mi navaja".
A la pregunta del abogado de la acusación particular de por qué llevaba encima una navaja, F.S.P comentó que trabajaba "como electricista" y que la utilizaba para "muchas cosas", como "cortar cables, cuerdas, cortar y machacar coca, entre otras".
Uno de los momentos más tensos de las tres horas de juicio fue cuando pasó a declarar S.P.S, ex novia y acompañante del acusado aquella noche. La mujer manifestó, entre sollozos, que el acusado era una persona "muy violenta" y que le había pegado "en varias ocasiones". "Aquella noche pensé que también me iba a matar a mi", manifestó.
La mujer declaró que el acusado, que tenía con ella una relación de "colega y claramente cama", la golpeó "en dos ocasiones" en aquella madrugada, y la obligó a abandonar "muy rápido" el pub donde ocurrieron los hechos "porque iba a venir la policía". S.P.S declaró que después fueron a un bar enfrente de la fábrica de armas donde estuvieron "un buen rato" tomando copas en compañía de un vecino.
Explicó al jurado que su acompañante "sacó la navaja, entró corriendo al bar y salió muy rápido, después de haberle agredido". "Tras los hechos el se mostró feliz con lo que había hecho y nunca mostró arrepentimiento", apuntó la testigo.
La ex novia manifestó que "no le tenía miedo" y que lo peor que le había pasado en su vida "fue haberle conocido". "Temí muchas veces por mi vida y después de estar con él aquel tiempo ahora sé lo bonito que es vivir".
Además de la confesión de la mujer, pasaron por la sala otros seis testigos, tres de ellos conocidos de la víctima que declararon que el agresor "empujó la puerta del bar" cuando el fallecido entraba y éste le apuñaló de forma "sorpresiva" y sin que la víctima "pudiera reaccionar" y otros tres testigos, el dueño del bar y la médico y el ATS que llegaron al lugar y no pudieron hacer nada por la vida del joven.
El dueño del bar declaró que no vio nada sospechoso y que no vio ninguna pelea, "me avisaron de que había un chico en el suelo". El dueño del local pensó que estaba "borracho" y que por eso había caído "pero al ver que no reaccionaba le levantaron la camiseta y vieron un corte en el pecho".
Por su parte la médico y el ATS que se desplazaron en un ambulancia hasta el lugar, procedente de Pola de Siero, manifestaron que realizaron al joven las "prácticas de reanimación" pero "sin éxito".
El ministerio fiscal pide para el acusado 17 años de prisión al calificar los hechos como un delito de asesinato con alevosía. La acusación particular, por su parte, representada por el abogado José Carlos Botas, pide 20 años al considerar que además de existir un asesinato con alevosía, hay agravantes como que "del acusado constan 29 detenciones policiales y 15 sentencias condenatorias".
Además, Botas afirmó que el acusado tuvo tiempo y "agilidad mental" para esconder el cuchillo con el que cometió el crimen, que fue hallado por la policía nacional en el interior de una caja de contadores de la luz en el portal del domicilio del acusado.
Por su parte, la abogada de la defensa, Sofía González Lahera, calificó los hechos delictivos de homicidio imprudente, ya que "el acusado no tenía intención de dar muerte a la víctima", por lo que consideró que la pena que debe recaer sobre su defendido es de dos años de prisión.
El juicio comenzó hoy a las 10,00 de la mañana y se extendió hasta las 13,10 horas del mediodía. El jurado popular, formado por siete mujeres y cuatro hombres estuvo atento a la declaración del acusado y a las versiones de los 7 testigos que pasaron por la sala.