El acusado de violar a una niña admite que se acostó con la menor pero dice que tuvo su consentimiento

Actualizado: lunes, 9 octubre 2006 15:25

El fiscal y la acusación particular piden ocho años de cárcel por un delito de agresión sexual

JAEN, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El vecino de la localidad jiennense de Jamilena acusado de violar a una menor que se quedó embarazada admitió hoy que se acostó con la niña, pero insistió en que esa relación fue consentida.

En el juicio, que quedó hoy visto para sentencia en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Jaén, el acusado, identificado como Jesús M.L. y de 24 años de edad, argumentó que ambos se encontraron en una discoteca de Torredonjimeno y que se dirigieron a la Vía Verde, donde ella le bajó los pantalones, mientras que él hizo lo mismo con la menor, y la penetró, pero siempre con su consentimiento.

Además, expuso que cuando se enteró de que la niña, de 16 años de edad, se había quedado embarazada ofreció su ayuda para cuidar al bebé.

No obstante, la menor relató que el día de los hechos, el 5 de diciembre de 2004, se encontraba en una discoteca con sus amigos bailando y bebiendo alcohol, hasta que salió a orinar al exterior de la discoteca porque los servicios de local estaban llenos.

Así, se dirigió a la parte trasera de la discoteca, junto a la Vía Verde, donde se encontró con el acusado, al que declaró conocer de vista. La joven expuso que ambos entablaron una conversación y que cuando ella le dijo que se iba, él la cogió del brazo y la tiró al suelo, tras lo que le quitó los pantalones y la ropa interior y la penetró, mientras que ella le pedía a gritos que se detuviera.

La menor indicó que, a pesar de la resistencia que puso, el acusado consumó la violación, tras lo que se marchó dejándola en el suelo sola. Acto seguido, "llorando, despeinada y con miedo", se dirigió nuevamente a la discoteca para buscar a sus amigos, si bien sólo le dijo a uno de ellos lo que había pasado sin precisarle quién.

Durante el mes y medio siguiente, la niña no contó a sus padres lo que le había pasado porque su madre estaba enferma y no quería preocuparla más, según indicó. Esta situación cambió cuando por esas fechas se hizo una prueba y descubrió que estaba embarazada, por lo que decidió contárselo a su familia, que fue la que denunció la agresión sexual, según sostuvo.

Por su parte, la perito que analizó a la niña testificó que el relato de los hechos que mantiene la menor es "coherente", ya que demuestra "sinceridad, espontaneidad y veracidad", lo que le lleva a concluir que hay "altas probabilidades de que los hechos fueran así".

Además, expuso que esta menor se relaciona en un conjunto familiar y de amigos bastante "comprensivo" en el que las relaciones sexuales están "banalizadas" y no están provistas de una gran trascendencia --la primera relación sexual de la menor fue a los 14 años--. De hecho, recordó que los padres le dijeron a la niña que si la relación con Jesús M.L. fue consentida no pasaba nada.

El ministerio fiscal consideró que estos hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual por el que solicitó la pena de ocho años de prisión además de una indemnización de 6.000 euros. La acusación particular, ejercida por la familia de la niña, solicita la misma pena para el acusado, aunque eleva la indemnización hasta los 15.000 euros.

La defensa del acusado reclamó una sentencia absolutoria porque no hay pruebas que acrediten que la relación no fue consentida y porque hay "verdaderas fisuras" y un "cúmulo de contradicciones y ambigüedades" en las declaraciones prestadas.