Uno de los acusados de matar a un anciano en Jaén dice que sólo le robó y el otro defiende su inocencia

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 26 noviembre 2007 15:49

JAÉN 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

Uno de los dos jóvenes acusados de matar a un vecino de la capital jiennense de 73 años de edad admitió hoy que únicamente entró en el domicilio de la víctima para robar mientras que el otro imputado se declaró inocente y sostuvo que ni conoció al muerto ni estuvo en su casa.

En el juicio, que quedó hoy visto para sentencia en la sección primera de la Audiencia Provincial de Jaén, Mohamed L.S., de 25 años de edad, relató que entró en la casa de la víctima en la noche del 26 al 27 de julio de 2005 porque el otro acusado, Ameur E., de 23 años de edad, le dijo que iba a reunirse con el dueño del piso y que, mientras que le entretenía en una habitación, él se dedicara a robar.

Mohamed L.S. explicó que ambos acordaron que Ameur E. se iba a dejar la puerta del domicilio abierta y que le iba a dar la señal de que podía entrar encendiendo una luz. Por tanto, esperó en un bar ubicado frente a la casa hasta que vio el aviso y subió a pesar de que no contaba con el permiso del propietario.

Una vez dentro, afirmó que registró "por todos lados" y que como se puso nervioso se fumó un cigarrillo. Además, señaló que al tiempo que el buscaba algo de valor, Ameur E. estaba con la víctima en el dormitorio, pero subrayó que no sabía lo que estaban haciendo. Así, indicó que abandonó la casa solo y que únicamente se llevó un billete de diez euros porque no encontró nada más.

Por su parte, Ameur E. expuso que solamente estuvo un día en Jaén, que es una buena persona y que ni conoce a la víctima ni estuvo en su casa. Además, no dudó en proclamar que la versión de Mohamed L.S. es "mentira" y que le conoce desde que ambos son pequeños porque son del mismo pueblo de Marruecos.

A continuación, depusieron los dos policías nacionales que elaboraron un informe sobre las huellas dactilares que encontraron en la casa de la víctima. En concreto, identificaron dos huellas de Mohamed L.S. en una caja de teléfonos móviles y otra más en el dormitorio. Estos agentes hallaron más signos de huellas, pero no pudieron identificar ninguna más sin contar esas tres.

Además, los agentes de la Policía Nacional que analizaron el ADN de las colillas que se encontraron en el domicilio indicaron que el perfil genético que obtuvieron de ellas se corresponde con el de Mohamed L.S. y que ninguno correspondía con Ameur E.

La víctima fue encontrada en posición de cúbito supino en su cama y desnuda, con el ventilador encendido y apuntando hacia él, según declaró el policía nacional que realizó el atestado. También explicó que algunas zonas de la casa estaban revueltas, la televisión encendida y que, según los testimonios que recabaron entonces, la puerta de la casa estuvo abierta entre las 22.00 y las 1.00 horas.

CONCLUSIONES DEFINITIVAS.

El ministerio fiscal considera que los dos acusados son coautores de un delito de robo con violencia, por el que pide tres años de prisión para cada uno; a Ameur E. le califica de cooperador necesario de un delito de allanamiento por el que solicita un año de prisión y autor directo de un delito de homicidio, por el que solicita 12 años. A Mohamed L.S. le considera autor directo de un allanamiento (un año de cárcel) y cooperador necesario del homicidio (otros 12 años).

Por tanto, el fiscal solicitó que ambos sean condenados a una pena total de 16 años de prisión y reclamó que abonen una indemnización de 120.000 euros.

La defensa de Mohamed L.S. solo reconoció un delito de robo por el que pidió un año de prisión. A tal efecto, alegó que hay contradicciones en los testimonios sobre si la puerta de la casa estaba o no abierta, que no hay pruebas que demuestren que el fallecido entró en contacto con él ni tampoco pruebas que le impliquen en la muerte del hombre.

Por su parte, el representante de Ameur E. subrayó que no está en modo alguno acreditado que él matase a la víctima ni que entrara en el domicilio. Así, recalcó que ni hay muestras suyas de ADN ni huellas suyas ni rastro alguno. En este punto, recalcó que la imputación contra este joven se sustenta en las manifestaciones del otro acusado, cuya declaración le exculpa a él e inculpa a su patrocinado, por lo que consideró inválida esa acusación.

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