VALLADOLID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
La acusación particular solicita inicialmente un conjunto de penas que suman 24 años de prisión para un hombre de 38 años y nacionalidad ecuatoriana, J.F.V.A, albañil de profesión y vecino de la capital, como autor de abusos sexuales cometidos entre finales de 2003 y a lo largo de 2004 sobre dos hermanas de 14 y 12 años y con cierto grado de retraso mental.
En su escrito de calificación provisional, la acusación particular, ejercida por la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de Valladolid (ADAVASYMT) entiende que el acusado cometió sobre la mayor de ambas hermanas un delito continuado de abusos sexuales con penetración, así como otros dos delitos de abusos sexuales consumados sobre la más pequeña de ellas, según informaron a Europa Press fuentes del caso.
Por el primero de ambos delitos, ADAVASYMT pide una pena de 10 años de cárcel y otros 7 por cada uno de los dos delitos cometidos sobre la más pequeña de las hermanas, además del pago de indemnizaciones que en su conjunto suman 30.000 euros.
Tal petición es notablamente superior a la solicitada por el Ministerio Fiscal, que califica los hechos de un delito continuado de abuso sexual con penetración y otro en grado de tentativa y pide un total de 9,5 años de cárcel y 24.000 euros de indemnización por los daños morales sufridos.
Los hechos, que serán objeto de juicio en la Audiencia de Valladolid en fecha aún por determinar, parten de un encuentro previo que el acusado y las niñas mantuvieron en una cafetería de la capital vallisoletana cuando ambas se encontraban en compañía de sus padres. Sin embargo, el procesado aprovechó ya para intercambiarse los teléfonos con las menores, residentes en un pueblo de la provincia.
Las acusaciones sostienen que el imputado logró atraer la amistad y confianza de las niñas con distintos regalos, hasta que pudo entablar una relación sentimental con la mayor de ambas, quien por aquel entonces contaba 14 años, y mantener relaciones sexuales plenas con ella en numerosos encuentros que mantuvieron en un pinar cercano al pueblo donde residían las menores y en otras ocasiones incluso dentro de la propia vivienda de éstas, aprovechando que sus padres no estaban o mientras dormían.
De forma paralela, el acusado trató también de mantener relaciones sexuales con la otra hermana, de 12 años, si bien con ella no logró su propósito debido a la imposibilidad fisica de esta última.
Fue precisamente la menor de ambas hermanas la que terminó por confesar a sus padres lo que estaba ocurriendo, con lo que los hechos no fueron denunciados hasta agosto de 2004.
