Aguirre dice que la II República fracasó porque sus dirigentes no contaron con "la otra mitad" de los españoles

Actualizado: jueves, 27 julio 2006 16:21

Subraya que este fracaso influyó en la búsqueda de consenso que imperó en la Constitución de 1978

SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, criticó hoy el "entusiasmo" del jefe del Ejecutivo por la II República, que a su juicio fracasó porque sus protagonistas creyeron que para elaborar el texto constitucional bastaba con la voluntad de la mitad de la ciudadanía "sin contar con la otra mitad de los españoles".

Aguirre expuso estas ideas en la conferencia que impartió en el curso 'Parlamento, Constitución y Estado Autonómico: Realidad Española y Europea', dentro de la V Edición de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid que organiza en San Lorenzo de El Escorial.

En su exposición, criticó el "entusiasmo" de José Luis Rodríguez Zapatero por la II República, "un régimen que fracasó porque sus protagonistas creyeron que para la elaboración de las reglas del juego y el texto constitucional bastaba con la voluntad de la mitad de la ciudadanía, sin contar con la otra mitad de españoles que no se declaraban fervientemente republicanos".

La presidenta subrayó que "este fracaso de la experiencia republicana influyó en la búsqueda de consenso que imperó en la Constitución de 1978" y se mostró muy crítica con Zapatero "por romper el consenso constitucional y degradar la convivencia política y la vida institucional".

"La responsabilidad de Zapatero en lo que está pasando creo que es evidente, y sólo nos queda esperar la reacción de la ciudadanía ante este proceso de demolición constitucional que es claramente injustificado y absolutamente absurdo", concluyó

Así, advirtió que la política del jefe del Gobierno ha situado a España en una situación de "grave incertidumbre" y "de crispado desasosiego social" que, a su juicio, tendrá consecuencias "negativas" en la economía española y su posición internacional.

Asimismo, denunció que "la ruptura del consenso constitucional" y la consolidación de "la coalición nacional socialista de facto" en el Gobierno de España "ya están teniendo repercusiones evidentes en la degradación de la convivencia política y de la vida institucional".

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS E INTERNACIONALES

La jefa del Ejecutivo aludió a la "inquietante incertidumbre política que nos rodea desde que Rodríguez Zapatero está en la Presidencia del Gobierno" y que, "unida a la ruptura abrupta y radical con las líneas de política internacional que habían preservado todos los gobiernos desde la transición, han hecho que España haya desaparecido de la primera fila mundial".

Además, subrayó que "todas las incertidumbres" en que se encuentra la vida política española han trasladado a la vida social "una crispación sin precedentes en nuestra democracia" y puso como ejemplo "la chulería" delante del tribunal del etarra 'Txapote' que asesinó al edil de Ermua, Miguel Ángel Blanco.

La presidenta regional advirtió de que "la incertidumbre política y quiebra de la concordia en que se había sustentado nuestro sistema de convivencia" en los últimos 30 años son "dos peligrosísimas características del tiempo que estamos viviendo y que pueden desembocar también en un frenazo de la actividad económica".

FRACASO DE PROPUESTAS DE LA IZQUIERDA

Aguirre dedicó parte de su conferencia a desgranar las claves de la política que el PSOE está impulsando desde el año 2001 que, según dijo, se sintetizan en la reforma de Estatutos de Autonomía y la asimilación de las aspiraciones nacionalistas y agregó que "esto es así probablemente porque las propuestas centrales de la izquierda española hace mucho tiempo que han fracasado".

También se refirió a "la pérdida de capacidad del PSOE de movilizar a los ciudadanos" y añadió que, por este motivo, "en una operación de incalificable oportunismo político, lleva muchas décadas apuntándose a encabezar cualquier reivindicación, por reaccionaria que objetivamente sea, siempre que vaya en contra de la concepción liberal de la política, como es el caso de las reivindicaciones nacionalistas o secesionistas".

Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, sin el empeño de la izquierda española por excitar las reivindicaciones nacionalistas, "casi se podría afirmar que el llamado problema territorial de España hace tiempo que estaría encauzado".