FERROL, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, expresó hoy la "disposición claramente positiva" para que la construcción de la sexta fragata F-100 recaiga en los astilleros de Ferrol, pero reconoció que, por el momento, no puede "comprometer plazos ni condiciones". "El Gobierno trabaja muchos frentes", justificó.
Después de que el pasado mes de febrero el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, mostrase al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, su voluntad de estudiar esta posibilidad, Alonso declaró hoy en Ferrol que la "disposición es claramente positiva para desarrollar" el proyecto en Navantia, aunque insistió en que las previsiones carecen de "plazos o condiciones".
Así, recordó que el Gobierno gestiona actualmente el convenio suscrito con Australia para la construcción de cinco buques, dos de ellos en Galicia, por un valor superior a 1.500 millones y aseguró que la carga de trabajo en Navantia está "garantizada sin duda" para la próxima década. "Y trabajamos para que lo siga estando para siempre", aseveró.
En este sentido, el ministro declaró que la "política" de Defensa en esta materia "pasa por la plena transformación y modernización" de las Fuerzas Armadas y añadió que en este objetivo se sitúa la "ampliación de los instrumentos operativos de la Marina" con la construcción de fragatas y buques para incorporar a los efectivos estatales.
CESIÓN DE TERRENOS
A mayores, José Antonio Alonso aprovechó su presencia en Ferrol para dar cuenta de los "avances en positivo" en la cesión de terrenos desafectados de su departamento para usos civiles en las siete fincas negociadas con el Ayuntamiento, que superan los 630.000 metros cuadrados. Según él, las relaciones con el Gobierno local son "magníficas" y han permitido desarrollar un convenio por el que el consistorio se compromete a recalificar superficie de Defensa para la construcción de viviendas de protección pública.
El ministro consideró que, con estas acciones, "gana todo el mundo: el ministerio y los ciudadanos", a partir de la estrategia marcada para que aquellos inmuebles que ya no son necesarios para la "defensa de la nación" puedan ser liberados. "El objetivo es ayudar a los ciudadanos en la medida en que podamos, siempre preservando la defensa nacional a toda costa", explicó.
En esta línea, el ministro informó de que, en el último año, ya han sido ocho millones de metros cuadrados de terreno los que se han cedido y reivindicó los "convenios limpios" promovidos para ello, con la exigencia de "reserva de viviendas de protección y bienes de interés público".