SANTANDER, 16 May. (EUROPA PRESS) -
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a un total de 47 años de prisión a los dos primos que asesinaron con "alevosía" al joven Manuel López la madrugada del 23 de mayo de 2004, en la santanderina calle Río de la Pila, dejando también gravemente herido a otro amigo del fallecido.
En concreto, la Sala condena a Ángel F.G a 26 años de prisión por un delito de asesinato y por otro de lesiones, en grado de "cooperación necesaria", concurriendo la agravante de alevosía.
Respecto al primo, Manuel F.C., conocido como 'Lolo', la Audiencia le condena a 21 años de cárcel como autor directo de un delito de lesiones, con la agravante de alevosía y atenuante de esquizofrenia simple y por el de asesinato, en grado de "cooperación necesaria", también con la atenuante de alteración psíquica.
Igualmente, ambos jóvenes no podrán acercarse al joven que quedó malherido durante un período de cinco años, así como indemnizarle con 72.000 euros por las secuelas, daño moral y perjuicio estético. La indemnización para los herederos del joven fallecido se eleva a 180.000 euros.
Aunque el que acabó literalmente con la vida de Manuel López fue Ángel F.G., la Sala argumenta que los dos primos son autores del delito de asesinato dado que "aunque quien ideó, decidió matar y mató fue Ángel, su primo Manuel fue autor por cooperación necesaria" porque "previo acuerdo con aquel, realizó actos sin los que la muerte de Manuel López no se habría producido".
Según se recoge en la sentencia, el origen del litigio se originó en el pub 'La Finca' de Río de La Pila, donde se encontraba Ángel F.G. con otro chico que acababa de conocer esa noche y una amiga de éste. Entonces, el procesado se vio involucrado en una discusión con un grupo de chicos, entre los que se encontraban el que luego fue asesinado y el que quedó malherido.
AVISÓ QUE SE VENGARÍA
Ángel F.G. fue expulsado del local, "sangrando por la nariz", mientras "mascullaba que eso no iba a quedar así y que se vengaría de lo ocurrido", según recoge textualmente la sentencia.
Entonces, sobre 5.40 horas de esa madrugada del 23 de mayo de 2004, Ángel telefoneó a su primo, quien se encontraba en su casa durmiendo, diciéndole "me han cascado, vente para acá que les vamos a dar, y tráete algo, tráete una pistola", que como no tenía, se cambió por "un pincho o algo para darles".
Entonces, Manuel F.C. se presentó en la calle Río de la Pila con "los cuchillos que llevaba trabados en el cinturón, uno a cada lado" y una "virola", agarrando Ángel uno de los cuchillos.
Ángel le pidió a Manuel que se acercara al pub La Finca para identificar a las personas con las que se había peleado antes, lo que éste hizo.
Unos minutos después, bajaron por la calle Río de la Pila Manuel López junto a David S. y un tercer amigo, siendo retados por Ángel con "venga, venid ahora", a lo que David S. le replicó "qué, ¿quieres más?".
En ese momento, Manuel F.C., que sufre "un trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo impulsivo, así como probable esquizofrenia simple", sacó el cuchillo y "de un fuerte tajo y con la intención de desfigurarle, le propinó un corte en la cara a David", persiguiéndole unos metros calle arriba, aunque al final le dejó marchar.
Al mismo tiempo, Manuel F.C. "se encargaba" de Manuel López, que tenía 20 años de edad, clavándole el cuchillo "tres veces" a la altura del bazo, "llegando incluso, dada la contundencia del golpe, a tocar con la punta del cuchillo la columna vertebral del agredido".
Aunque la cuchillada mortal se produjo en Río de la Pila, la víctima salió corriendo por la calle Guevara, cayendo al suelo por "la sangre perdida", propinándole entonces Ángel "varios puñetazos y patadas en el tórax y en la cabeza".
Los agresores se escaparon, marchándose al día siguiente a un piso de Lasarte (Guipúzcoa), donde, tras enterarse por la prensa de la muerte de Manuel López, decidieron entregarse por separado.
