MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran, anunció este mediodía en el Congreso una primera reacción en Madrid al tripartito reeditado en Cataluña, y es el rechazo de los nacionalistas a dos proyectos de ley del Ministerio de Justicia que hoy mismo pasaban por la comisión.
Además, y mientras esperan la respuesta del presidente del Gobierno para saber si Rodríguez Zapatero comparte o no la estrategia del PSC, aseguró que CiU afronta las primeras votaciones de los Presupuestos Generales del Estado con la idea de apoyar sólo sus propias enmiendas.
Igualmente, aprovechó para lanzar la idea de que el nombramiento de Josep Lluis Carod Rovira como vicepresidente de la Generalitat "contradice" el Estatut recién aprobado, por cuanto sólo habla de presidente, 'conseller en cap' y consejeros.
En rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso, Duran puso de manifiesto la irritación de CiU con la reedición del tripartito, una alianza que ve "incomprensible", aunque legítima.
LOS MISMOS, PERO MÁS DÉBILES.
A su juicio, salvo el cambio de José Montilla por Pasqual Maragall, son los mismos protagonistas que rompieron hace meses, pero más debilitados tras la cita con las urnas, lo que hace augurar "inestabilidad": "Son proyectos tan distintos que es imposible pensar en un Gobierno estable". Además, pronostica que el nuevo tripartito dará "muchos dolores de cabeza" al Gobierno
Es más, explicó que el tripartito "empieza mal" porque el cargo reservado a Carod, de vicepresidente de la Generalitat, contradice los artículos 68 y 69 del nuevo Estatut, donde sólo se habla de presidente, 'conseller en cap' y consejeros. "Es un síntoma alarmante de lo poco serio que ha sido todo", comentó, emplazando a Montilla a reparar la "ilegalidad" ya que no debe ser "ajeno" a la norma aprobada en referéndum.
Según dijo, Artur Mas había ofrecido al PSC un acuerdo en Cataluña que repercutiría en la estabilidad del Gobierno central, pero consideran que los socialistas catalanes lo han rechazado, no por discrepancias programáticas o con la reciente campaña electoral, sino "porque no les ha dado la gana" ya que "su prioridad" era el tripartito.
Lo que les falta por conocer, agregó, es la opinión del presidente del Gobierno y máximo líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y quieren saber si el PSOE respalda la estrategia del PSC de "marginar" a CiU. Duran no adelantó qué respuesta desean de Zapatero, limitándose a precisar que debe ser "clara y transparente". "Él sabrá lo que tiene que hacer --señaló--. Esperamos que diga algo y, cuando lo haga, diré si es o no reconfortante para nosotros".
LO QUE NO VALE EN CATALUÑA NO VALE EN MADRID.
Eso sí, insistió en que si finalmente el PSOE avala la estrategia de PSC, los nacionalistas no se sentirán comprometidos a apoyar las políticas de Zapatero. "Hay condiciones políticas nuevas y si no servimos para gobernar en Cataluña, no servimos para gobernar en España", apostilló.
De entrada ya adelantó que hoy CiU comunicó que no apoyará los dos proyectos legislativos que se debatirán esta tarde en la Comisión de Justicia, relativos a las sociedades profesionales y la rectificación registral de la mención al sexo de las personas. También marcan distancia con una reforma del Tribunal Constitucional que se veía en Ponencia, aunque ahí reconoció que estaban de acuerdo en su origen.
En cuanto a los Presupuestos Generales, que esta noche comienzan a votarse en comisión, explicó que CiU sólo apoyará sus enmiendas y que se reserva la opinión sobre las de los demás. No quiso ir más allá en la tramitación, a la espera de esa anhelada respuesta de Zapatero.
LA PAZ, AL MARGEN.
En cualquier caso, quiso dejar claro que CiU no dará un bandazo y que, aun cuando no les importa coincidir en votaciones con el PP, no pondrán en riegos proyectos tan trascendentales como el proceso para el fin dialogado de la violencia.
"Somos una formación seria --enfatizó--. El que tomemos nota de lo ocurrido en Cataluña y nuestra actitud pueda ser distinta en el Congreso no significa que CiU pierda su sentido común y sus sentido de la responsabilidad, de los que ha dado más muestras que el PP y el PSOE".
De hecho, reiteró su apoyo al intento del Gobierno por acabar con el terrorismo en el marco del Estado de Derecho y, aunque reconoció que ahora "las cosas no parecen bien encaminadas", cree que el Ejecutivo de Zapatero tiene el mismo derecho a intentarlo que los anteriores.