AMP.- ETA.- Trasladan a la prisión de Zuera al histórico etarra Felipe San Epifanio, ex jefe del 'comando Barcelona'

Actualizado: jueves, 26 noviembre 2009 20:22

Coincidirá con críticos de la banda como 'Pakito', Urrusolo o Gisasola, que han manifestado públicamente su rechazo a las armas

ZARAGOZA/ MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio del Interior ha trasladado a la prisión de Zuera (Zaragoza) al histórico etarra y ex jefe del 'comando Barcelona' de ETA, Felipe San Epifanio San Pedro, alias 'Pipe', según informaron a Europa Press fuentes penitenciarias. Este terrorista coincidirá en el penal aragonés con varios presos de ETA contrarios al mantenimiento de la violencia.

Según precisaron las fuentes consultadas, San Epifanio llegó a Zuera el pasado viernes, 20 de noviembre y ha sido ingresado en el módulo 7 de la prisión zufariense. Este terrorista había cumplido pena anteriormente en la prisión de Huelva y el pasado verano fue objeto de un breve traslado a la cárcel de A Lama en Pontevedra.

Este traslado es especialmente significativo ya que Zuera --una de las cárceles más cercanas y mejor conectadas con el País Vasco-- es donde el Departamento que dirige el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba tiene su principal bancos de pruebas para su política penitenciaria de premios y castigos hacia el frente de presos de la banda terrorista ETA. En este penal se encuentran varios presos contrarios a la "lucha armada" o críticos con la actual dirección de la banda.

CON 'PAKITO', URRUSOLO Y GISASOLA

De hecho 'Pipe' coincide desde el pasado viernes con miembros y ex-miembros de la banda terrorista entre los que se encuentra otro histórico como Francisco Mujika Garmendia, alias 'Pakito', uno de los ex-dirigentes de la banda partidarios del cese de la violencia. En el año 2004 'Pakito' y otros cinco presos de ETA publicaron una carta en la que alegaban que "la lucha armada no sirve".

En el último año Zuera ha recibido a etarras críticos con la actual deriva de ETA, como el caso de José Luis Urrusolo Sistiaga o Carmen Gisasola. La intención de Interior es que las posiciones favorables a acabar con el terrorismo se extiendan entre el colectivo de más de 600 presos de la banda encarcelados en España, denominado por los terroristas como el 'frente de makos'.

Precisamente hoy, ha sido publicada otra carta de Urrusolo y Gisasola en la que afirman públicamente que sería "deseable que ETA decidiera el cierre de la lucha armada" y señalan que, si la banda "sigue como hasta ahora", debe ser la izquierda 'abertzale' la que plantee el fin de la violencia como cuestión central de su propuesta. Además, abogan por cerrar el ciclo de la violencia y abrir una etapa "exclusivamente política", y dice que son "muchos" los reclusos que piensan como ellos.

En la misiva, publicada en los periódicos del grupo 'Noticias', estos dos reclusos -que fueron expulsados de ETA y, posteriormente, ellos mismos se desvincularon del 'Colectivo de Presos Políticos Vascos' (EPPK)-, señalan que son muchos los presos etarras que piensan igual y que "hace cinco años muchos" pensaban "que aquel proceso de paz que se iniciaba iba a ser ya el definitivo". "Nos equivocamos al pensar que la actitud que algunos aún mantenían en cuanto a la lucha armada y la 'kale borroka' no podrían impedirlo", señaló.

HISTORIAL DE 'PIPE'

Felipe San Epifanio fue diputado en el Parlamento Vasco en representación de Herri Batasuna entre 1987 y 1990. Huyó a Francia en 1991 y formó parte del 'comando Barcelona' de la banda terrorista hasta que fue detenido el 28 de abril de 1994 en la ciudad condal.

'Pipe' tiene ante si una larga condena por cumplir derivada de las numerosas condenas impuestas por la Audiencia Nacional, quien le condenó a 41 años por los delitos de pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos, y los delitos continuados de falsificación de matrículas y falsedad en documento oficial. Participó en el asesinato del coronel Leopoldo García en Barcelona y fue condenado a 44 años por extorsionar a empresarios, y a 18 años por el atentado contra policías.

También fue condenado a 149 años y 3 meses de cárcel por haber colocado varios artefactos explosivos en dos restaurantes del Puerto Olímpico de Barcelona, donde cinco personas resultaron heridas, una de las cuales perdió el hijo que esperaba.