(Ampl.).- Aguirre aprovecha la inauguración del metro para dar por superadas las discrepancias con Gallardón

Actualizado: viernes, 24 noviembre 2006 15:49

El encuentro se convierte en un espectáculo mediático con más de 30 periodistas

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aprovechó hoy la inauguración del metro al barrio de Alameda de Osuna para asegurar que las "discrepancias" que ha tenido con su compañero de partido y alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, están "totalmente superadas".

"Por mi parte, desde luego", recalcó Aguirre, pronunciándose de esta forma en público sobre su polémica biografía autorizada, en la que abundan las críticas a Ruiz-Gallardón y que ha salido a la venta esta misma semana, a seis meses de las próximas elecciones autonómicas y locales.

Ante el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, y un Ruiz-Gallardón visiblemente serio, la presidenta autonómica dijo que su presencia conjunta en el acto de esta mañana es "la mejor prueba" de que la "normalidad institucional" está "muy por encima de las discrepancias, que las ha habido".

"El alcalde sabe, mejor que nadie, el aprecio que le tengo, en lo humano y en lo político, y que están muy por encima de las discrepancias". Además, señaló que "lo que nos une, el bien de los madrileños, es muchísimo más que lo que nos separa", aseguró Aguirre.

Del mismo modo, reconoció expresamente la labor y el impulso dado por Ruiz-Gallardón a la ampliación del suburbano. "Si hemos podido, en dos años sólo, efectuar, ejecutar y culminar esta obra, ello se ha debido al ejemplo de Alberto Ruiz-Gallardón, cuando era presidente de la Comunidad de Madrid --dijo--. Cuando inició la construcción, nada menos que, de 114 kilómetros de metro en ocho años, después de los 12 de legislaturas anteriores en los que solamente se habían construido 13 kilómetros".

UNA VISITA ENTRE EMPUJONES Y CARAS LARGAS

Este esperado encuentro entre Aguirre y Ruiz-Gallardón se convirtió en un espectáculo mediático. Tras la polémica del libro, una docena de fotógrafos y otros tantos redactores coparon la entrada a la estación de la Alameda de Osuna donde iban a encontrarse ambos responsables políticos.

El alcalde fue el primero en llegar, luciendo gesto serio. A los pocos minutos, apareció Aguirre con una sonrisa impertérrita y algo forzada. Ambos se dieron un besó de protocolo, rápido y frío. La entrada en la estación fue difícil y peligrosa debido a los empujones de los periodistas que querían, a costa de todo, captar sus reacciones y las primeras imágenes del saludo.

Los dos populares accedieron --sin dirigirse la palabra-- al interior de la estación, donde Aguirre destapó una placa conmemorativa de la que es la primera inauguración del Plan de Ampliación de Metro. Seguidamente se dirigieron al andén para dirigirse, en metro, a la estación de El Capricho.

Durante toda la visita a las nuevas instalaciones, Aguirre y Gallardón estuvieron rodeados de cámaras de televisión y fotógrafos, además de un numeroso séquito en el que se encontraban, el anterior alcalde de la capital, José María Álvarez del Manzano; el vicepresidente primero y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González; la consejera de Transportes e Infraestructuras, Elvira Rodríguez; y el consejero de Presidencia, Francisco Granados. Además del público invitado al acto.

EL TRAYECTO EN METRO

Ya en el andén, un convoy fue el encargado de romper, a su paso, una gran cinta que atravesaba la boca del túnel. En uno de sus vagones se desplazaron todos los políticos a la estación de El Capricho y al que, los miembros de seguridad, sólo dejaron acceder a las cámaras de televisión y a los fotógrafos. Durante este trayecto la tensión pareció disminuir y comenzaron un diálogo desenfadado.

En la estación de El Capricho tuvo lugar el discurso oficial de ambos con la intervención de Aguirre y Gallardón. Al final del discurso de Aguirre, en el que quiso zanjar el tema de su biografía, no hubo abrazo, ni beso de reconciliación. Ambos volvieron a montar en el metro para regresar a la estación de la Alameda de Osuna, y se mostraron más sonrientes que al comienzo del acto. Ya en el exterior, se marcharon en sus respectivos coches oficiales tras darse un rápido beso.