Compromete hasta su "última gota de sudor" para "devolver la ilusión" a Galicia y sustituir la ideología en la Xunta por "más inteligencia"
PONTEVEDRA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El líder de los populares gallegos y candidato a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se mostró hoy "orgulloso" de formar parte del PP pero aseguró que, a pesar de ello, gobernará "sin siglas" si el próximo 1 de marzo obtiene la victoria electoral, convencido de que ser presidente de la Xunta "no es un título nobiliario".
"Mis siglas son Galicia", proclamó durante el mitin central de campaña que los populares celebraron en la Plaza de Toros de Pontevedra, escenario donde transmitió la "confesión solemne" de que Galicia necesita un gobierno "con menos ideología y más inteligencia". Aunque "sin falsa modestia", dijo estar "preparado" y "con fuerza" para "devolver la ilusión" al pueblo gallego, al que se refirió como su "familia", y por este sentimiento consideró justificado dedicarse a la vida política.
Consciente de la "importancia" de estas autonómicas tanto para Galicia como para él mismo, Feijóo transmitió una "indescriptible emoción", tanta que no consideró "suficiente" decir "tan solo gracias". Por el contrario, consideró que "nunca" pagará la "deuda" que contrajo hoy con las 12.000 personas que, según la organización, asistieron hoy a la Plaza de Toros de Pontevedra.
Con todo, para no "defraudar nunca" ni a los militantes del PP ni a Galicia en general, prometió todo su "empeño", sus "fuerzas" y la "última gota de sudor". "No voy a olvidar quién soy ni de dónde vengo", expuso, y recordó que es un hombre "del rural", que jugó al fútbol en la calle y que recuerda "cuando no había agua corriente", para garantizar que conoce cuáles son las "penalidades" de la gente.
"GALICIA ÚNICA Y DE TODOS"
Así, insistió en que convertirse en presidente de la Xunta no supondrá adquirir "una propiedad" sino una "responsabilidad" y, por eso, se comprometió a responder "todos los días" ante los "todos los gallegos". En este sentido, parafraseó su lema electoral y afirmó que "ha llegado el momento de la Galicia única y de todos", frente a la "división" del bipartito.
"Ya está bien", exclamó, convencido de que los gallegos comparten el grito de que Galicia "tiene que cambiar y puede cambiar". Puesto que "vienen mal dadas", reivindicó la capacidad del PP para afrontar la crisis y, en este sentido, aseguró que "ha llegado el momento" de crear una sociedad más justa que abra la puerta a los que menos tienen, de la gestión "respetuosa" con el dinero público, de un gobierno que esté "a la altura de este pueblo milenario", de crear empleo, y de "no asfixiar" a los ciudadanos con impuestos.
Para Feijóo, este reto se contrapone con los "despilfarros" de los socios de la Xunta y, así, aseguró que la crisis "no se resuelve comprando un coche de lujo" ni con "lujosos muebles hechos con madera de fuera" la mala situación del sector forestal, ni se reduce el paro "colocando a militantes a dedo en la Xunta".
Frente a esto, expresó su compromiso personal de no olvidar a los que emigraron y "ahora no pueden votar con garantías" así como la necesidad de "vaciar las escuelas de ideología y llenarlas de conocimiento". También se comprometió a no entender el paro como "un telediario" sino como un "drama personal", por lo que parar la "sangría" del desempleo será su "único objetivo".
AGRADECIMIENTOS
Al margen de su proyecto de gobierno, Feijóo dedicó parte de su discurso a los agradecimientos". "Todo lo que soy en este momento está hecho de todos estos años de reír, de compartir, de amarguras y de victorias", confesó, y citó, en primer lugar, al secretario xeral del PPdeG, Alfonso Rueda; al portavoz local en Pontevedra, Telmo Martín; a los presidentes provinciales; o a los ex presidentes de la Xunta Gerardo Fernández Albor y Manuel Fraga, por el "listón" que dejaron en Galicia.
Al primer presidente gallego lo erigió en "arquitecto del autogobierno de Galica" y, respecto a Fraga, afirmó que "marcó" su vida y que, después de gobernar la comunidad de forma "digna" y "democrática" durante 16 años, fue "criticado incorrectamente en muchas ocasiones".
También mencionó al presidente nacional, Mariano Rajoy, a quien definió como un "amigo y militante leal"; a todos los que lo animaron "a defender las ideas" y "no amilanarse en la defensa de las ideas"; y a las 12.000 personas que asistieron al mitin de hoy.
El capítulo de agradecimientos lo cerró con la alusión a una pareja de jóvenes que lloró en Vigo en la noche electoral de las pasadas autonómicas por no haber logrado la mayoría absoluta. Casi cuatro años después y visiblemente emocionado, Feijóo confió en la victoria electoral y en que el 1-M "nadie llore porque falta un escaño". "Vamos a reir y a gozar", garantizó.
Por su parte, el portavoz del PP en Pontevedra, Telmo Martín, aseguró que este acto en la capital del Lérez supone el "inicio del cambio", convencido de que Galicia no soporta más tiempo "políticos mediocres" y a ellos culpó de la desmovilización de su electorado. "Los nuestros, los votantes populares, van a ir", proclamó.
