Testigos de defensa y acusación discrepan sobre la embriaguez o no de Ortega Cano

Actualizado: jueves, 14 marzo 2013 18:53

A petición del abogado del extorero, la juez ordena un careo entre testigos, que se ratifican en sus declaraciones


SEVILLA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

Cinco testigos, tres de ellos propuestos por la acusación particular y los otros dos restantes por la defensa, han discrepado este jueves sobre si el extorero José Ortega Cano iba bebido o no momentos antes de provocar el 28 de mayo de 2011 el accidente en el que falleció un vecino de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla) identificado como Carlos Parra, lo que ha llevado a la juez a practicar, a petición de la defensa, un careo entre dos de los testigos.

Durante la tercera sesión del juicio contra el exmatador de toros que se celebra en el Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla, un total de tres testigos han asegurado que Ortega Cano "se tambaleaba" e incluso uno de ellos, camarero del Hotel La Alquería de Burguillos, ha dicho que le sirvió un whisky en copa de balón que "vio" cómo se bebía, mientras que otros dos testigos han negado que fuera bebido y han señalado que estaba en "perfectas" condiciones para conducir.

De este modo, uno de los camareros de este hotel ha relatado que, sobre las 22,00 horas del día de los hechos, coincidió con el exganadero en el establecimiento, por lo que le saludó diciéndole "buenas tardes maestro", pero el acusado "no contestó", momento en el que pudo observar que iba "achispaete" y que "se tambaleaba un poco", dándole la sensación de que "había bebido alcohol".

"No lo vi capaz de mantenerse totalmente vertical, estaba un poco trastabillado", ha añadido, poniendo de manifiesto que también lo vio con "una copa de balón" en la mano llena "de un líquido de color oscuro con hielo", punto en el que ha precisado que este tipo de copas "se usan para bebidas espirituosas, alcohólicas".

UN CAMARERO ASEGURA QUE "NUNCA" SIRVIÓ COCA-COLA AL ACUSADO

Al hilo de ello, este testigo ha indicado que, posteriormente, vio al exganadero en la explanada ubicada junto al hotel "intentando abrir" la puerta de su coche, pero "le costaba trabajo".

A la mañana siguiente, y cuando estaba trabajando en la barra del hotel La Alquería como camarero sirviendo a un cliente, pudo escuchar al gerente del establecimiento diciéndole a dicho cliente "he visto al maestro como no lo he visto nunca; mi señora le ofreció una habitación para que se quedara" a pasar la noche.

Este testigo, que anteriormente había trabajado como camarero en la finca propiedad del acusado, ha aseverado igualmente que "no le ha servido nunca coca-colas ni aquarius", sino que "normalmente" le servía "whisky, vino o manzanilla dulce".

OTRO CAMARERO SIRVIÓ AL ACUSADO UN WHISKY

Un segundo testigo, camarero también del hotel La Alquería, ha asegurado que sobre las 21,30 horas del día de autos se encontraba trabajando en la barra y vio al acusado entrar y ponerse a hablar con el responsable del establecimiento, momento en el que el exganadero le pidió que le sirviera "un Ballantine con coca-cola" en copa de balón, copa de la que "le vio beber".

Según ha dicho, a Ortega Cano "le costaba hablar, balbuceaba, se trababa e iba con los ojos rojos", añadiendo que el acusado ya había ido en otras ocasiones al hotel y "nunca" había pedido "nada que no tuviera alcohol".

De su lado, otra testigo, María del Pilar R.R., ha dicho que el día de los hechos se encontraba en frente del hotel esperando a su marido y pudo observar al procesado saliendo del hotel. "Me llamó la atención el estado en el que iba, tambaleándose, por lo que pensé que había bebido, porque era algo notorio", ha subrayado.

CAREO

Al día siguiente, la testigo fue al hotel por la mañana y escuchó al gerente del local diciendo que, la noche anterior y dado el estado en el que se encontraba el exganadero, su mujer le ofreció pasar la noche allí, invitación que el acusado declinó porque tenía que volver a su finca.

Tras ello, el abogado del acusado, Enrique Trebolle, ha pedido a la juez un careo entre esta testigo y el gerente de La Alquería, José A.M., quien ha relatado que sobre las 22,00 horas del 28 de mayo de 2011 llegó Ortega Cano al establecimiento ya que habían quedado para hablar de un negocio.

"Hablamos en la barra, no sentados, pero hablamos poco porque tenía mucha prisa" el imputado, ha dicho, asegurando que "no noté para nada que estuviera bajo los síntomas del alcohol" y que únicamente pidió una coca-cola "en vaso de tubo y con hielo", aunque "la dejó casi entera". "Normalmente, tomaba coca-colas", aunque ha admitido que en una ocasión, un mes antes del accidente, lo vio tomarse un vino "oloroso".

EL ACUSADO, EN "PERFECTAS" CONDICIONES, SEGÚN OTRO TESTIGO

Además, ha agregado que lo vio en "perfectas" condiciones para conducir, ya que en caso contrario "hubiera intentado que no cogiera el coche o bien lo hubiera llevado" a su finca.

Este testigo ha negado, tal y como han asegurado dos de los testigos propuestos por la defensa, que al día siguiente del accidente dijera que "había visto al maestro como no lo había visto nunca" o que afirmara "que llevaba una cogorza como un mulo", así como que su mujer le ofreciera quedarse allí a dormir.

Tras ello, se ha practicado el careo entre el dueño del hotel y la testigo María del Pilar R.R., quien ha ratificado que el primero le dijo a su marido todas las manifestaciones anteriores sobre el estado del acusado, a lo que el gerente de La Alquería ha contestado diciendo que "ha mentido" y que "eso no es verdad". "Me ratifico, esa mañana no hablé con ella ni le hice esas manifestaciones; no he visto nunca a Ortega Cano borracho", ha aseverado.

UNA TESTIGO PASÓ "MIEDO" Y LLAMÓ AL 112

La versión del gerente de La Alquería ha sido ratificada por Estanislao M.M., quien el 28 de mayo de 2011 invitó a su casa de Villaverde a la hija del imputado, a quien sirvió una coca-cola --"nada de alcohol"-- y montaditos. "Lo vi en condiciones totalmente normales", ha aseverado, relatando además como anécdota que el extorero lo llevó en su coche a una fábrica y fue capaz de pasar sin problema por una calle estrecha y con coches en doble fila.

En la tercera sesión de la vista oral ha declarado también Rocío S.S., quien ha narrado que el 28 de mayo por la noche iba de copiloto en un vehículo junto a su novio y vio un coche "pegándose y despegándose", hasta que en la entrada a Burguillos, y en un paso de peatones sobreelevado, el Mercedes R-320 les adelantó, permaneciendo en el carril contrario hasta llegar a una isleta.

"Llamé al 112 porque tenía miedo, la conducción era peligrosa y vi riesgo de que hubiera un accidente", ha afirmado la testigo, quien ha declarado que, seguidamente, vieron que se paraba en La Alquería y dejaba las luces encendidas y el coche arrancado.

Este jueves han declarado también un bombero que intervino en el rescate, el conductor de una ambulancia y el médico de guardia de Castilblanco de los Arroyos que llegaron en primer lugar al accidente, así como un médico de Urgencias del Hospital Virgen Macarena, donde el extorero ingresó en estado grave, con policontusiones y varias fracturas.

Todos ellos han coincidido en señalar que no percibieron en ningún momento que el acusado oliera a alcohol, aunque han precisado que su "prioridad" era asistir al herido ya que se trataba de un accidente grave.