VALLADOLID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó hoy que el Ejecutivo que lidera está impulsando leyes, tales como las de Dependencia e Igualdad, que "pasarán a la historia del progreso social de España" y en el lado opuesto situó al Partido Popular, cuyo mejor exponente de la actual línea de acción que realiza lo constituye la convención celebrada en los tres últimos días, "donde no habla de los ciudadanos. Sólo hablan de nosotros y, especialmente de mi. Ni yo merezco tanto ni los españoles tan poco".
El líder socialista, que presentó hoy la futura Ley de Autonomía Personal y de la Dependencia, en un acto público celebrado en uno de los pabellones de la Feria Internacional de Muestras y arropado por cerca de 4.000 personas, incidió en que la convención de los populares ha servido únicamente para intercambiar "viejas políticas y falsedades" y contrapuso a tal espíritu el hecho de que el mismo día de la inauguración de ese encuentro el Gobierno socialista aprobara la Ley de Igualdad plena entre hombres y mujeres, "ejemplo de progreso y Justicia".
Durante su alocución, en la que estuvo acompañado, entre otros, por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera; el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y la secretaria federal de Medio Ambiente y diputada por Valladolid, Soraya Rodríguez, aprovechó para rechazar el mensaje catastrofista de Aznar respecto del futuro de España ante el proceso de reformas estatutarias iniciado.
A este respecto, Rodríguez Zapatero, jaleado por los asistentes con gritos de "¡dales caña, dales caña!", aseguró que no hay peligro alguno por el hecho de que las CC.AA crezcan en competencias, y no lo está porque, según incidió, "España es fuerte como país, es fuerte económica y socialmente y porque seguirá así y es lo que quiere la mayoría de demócratas".
En esta misma línea, defendió que España es diversa y plural, "afortunadamente", y denunció que cuando se impuso que fuera uniforme fue un "auténtico desastre para la historia de este país", al tiempo que auguró que los dirigentes del PP terminarán finalmente "abrazados" a las reformas estatutarias, tal y como hicieron antaño con aquellas iniciativas que rechazaron inicialmente.
El político socialista, que acudió a Valladolid en calidad de secretario general del PSOE y no como presidente del Gobierno, hizo también mención al detalle de que al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, le fuera encomendada durante la convención popular la tarea de dirigir la mesa del respeto, labor que, según advirtió en clave de humor, "va tener que desarrollar durante toda una vida como empiece por el PP".
NO REPLICA A AZNAR
Sin que entrara en momento alguno a valorar las declaraciones que Aznar realizó el viernes sobre las negociaciones entre el Gobierno y ETA, Rodríguez Zapatero centró su intervención, ante un pabellón abarrotado y entregado, en las políticas sociales que está impulsando el departamento que dirige Jesús Caldera y que persigue que todos los ciudadanos "sean de primera" y para devolver la dignidad a cientos de miles de personas en toda España.
Así, el secretario general socialista parafraseó al poeta leonés Antonio Gamoneda cuando recordó que "una patria es un país con Justicia, y la Justicia es la igualdad y la solidaridad", al tiempo que denunció que las leyes que ahora promueve el Gobierno tenían que haber sido impulsadas mucho antes, "aunque algunos no tenían entonces ni sensibilidad ni compromiso".
En cualquier caso, Rodríguez Zapatero subrayó que la futura Ley de Dependencia requerirá para su aplicación de la máxima colaboración y "compromiso imprescindible" de las CC.AA, de ahí que pidiera a todas ellas "lealtad y esfuerzo para que, por una vez, sus responsables políticos no miren el color político del Gobierno sino las necesidades de la gente".
También exigió la permanencia de un Gobierno que haga bien las cosas, austero, eficaz y que administre bien, algo que, a su juicio, ha conseguido el actual Ejecutivo y que viene a demostrar el superávit obtenido en las cuentas, mérito que también atribuyó al esfuerzo de los trabajadores y empresarios del país.
En este punto, Rodríguez Zapatero anunció que el superávit se destinará a los mayores y los discapacitados, "algo que venimos haciendo en los dos últimos años y que se podía haber hecho mucho antes", sentenció en clara alusión a los gobiernos anteriores del PP.