MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, anunció hoy que el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, visitará oficialmente España el próximo 15 de noviembre.
Durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, el ministro aseguró también que durante su reciente visita oficial a Malabo el primer ministro ecuatoguineano, Ricardo Mangue, le informó de que el Parlamento del país había aprobado una ley contra la tortura y que el presidente Obiang tenía intención de sancionarla, lo cual, según Moratinos, es un ejemplo de que cómo las conversaciones han contribuido a "la mejora de los Derechos Humanos" en la antigua colonia española.
Moratinos hizo hincapié en que el Gobierno español no tiene que esperar a la llegada del presidente Obiang a España "para pedirle públicamente y hacerle comprometerse con un proceso de profundización democrática respecto a las libertades y de mejora de los Derechos Humanos", ya que esta posición ha sido la mantenida "siempre" por todos los Gobiernos españoles y "desde luego" por el actual Gobierno socialista.
Fruto de ello es que se hayan logrado "resultados" en estos últimos dos años, apuntó el jefe de la Diplomacia española al referirse a la citada mejora de los Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial.
En su primera visita (abril de 2004), se planteó públicamente ese compromiso y el Gobierno de Obiang respondió con el indulto y liberación de 50 prisioneros políticos. Tras ello, el régimen de Malabo puso este año en libertad a Weja Chicampo, uno de los líderes independentistas bubi que ahora está viviendo "en plena libertad" aquí en España.
SIN LISTAS DE PRESOS POLÍTICOS
"Por tanto se está respondiendo a una mejora de la situación de los Derechos Humanos y a un compromiso democrático", estimó Moratinos, quien puso un último ejemplo apoyándose en los datos de la Asociación para la Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial (Asodegue), una de las más críticas con el Gobierno de Obiang.
"Antes de mi primer viaje me entregó una lista con prisioneros políticos detenidos para proceder luego a la liberación de esos 50 ciudadanos de Guinea Ecuatorial. En esta ocasión, 48 horas antes de viajar, me entrevisté también con Asodegue y me dijeron que no había listas, que la situación había mejorado", contó el ministro.
"No quiero decir que la situación sea extremadamente positiva, pero sí que ha mejorado de manera significativa", aseveró al explicar la situación interna en Guinea Ecuatorial. Además, defendió una interlocución de España con el el único país del África subsahariana que habla el español, que ha difundido nuestra cultura en ese continente africano y que "desea mejorar su situación política, administrativa, democrática e institucional".
Moratinos constató que en estos últimos años en los que España apenas ha prestado atención a su antigua colonia, ha provocado que Obiang haya estado en las cumbres de la Francofonía.
"En el mundo hispano no le recibíamos por razones obvias. Pero si hace un compromiso de reforma democrática, de compromiso con los Derechos Humanos, de incentivos positivos, entonces creo que el Gobierno (español) tiene la obligación y la responsabilidad de acercar y mejorar esa relación con Guinea Ecuatorial", subrayó.
Asimismo, dejó claro que este cambio en la política española hacia este país africano no está motivado por intereses petroleros, sino por la propia "modernización" de Guinea Ecuatorial, un país "que tendrá recursos, dinamismo económico y social, un espacio público diferente al de ahora".
El ministro de Asuntos Exteriores hizo hincapié en que en su última visita a Malabo pudo entrevistarse con miembros de la oposición cuando hay otros muchos países africanos en los que un ministro de Exteriores europeo no puede tener una reunión de ese tipo.
Por ello, abogó por tener un "diálogo y compromiso" con Guinea Ecuatorial para acercar posiciones, "no rompiendo y estableciendo aislamientos innecesarios" como en los últimos años. "La relación entre Guinea Ecuatorial y España es muy complicada, siempre muy complejas porque ha pasado mucha historia común y eso siempre deja huellas de pasión y falta una serena reflexión sobre las relaciones entre dos países que tienen que trabajar juntos", concluyó.
