Ampliac.- Bono apela "como socialista moderado" a la necesidad de "entenderse con el adversario", en referencia al PP

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 20 julio 2006 18:27

MADRID 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ex ministro de Defensa José Bono hizo hoy un llamamiento "como socialista moderado" al entendimiento "con el adversario", el PP, apuntó, por ser esta una actitud "no sólo inteligente sino necesaria", un mensaje que lanzó en su discurso de toma de posesión como nuevo miembro del Consejo de Estado y ante la Vicepresidenta Primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que presidió el acto.

Bono citó que ser español, socialista y haber presidido Castilla-La Mancha son las condiciones que acredita para formar parte del Consejo. Respecto al PSOE, aseguró que defiende hoy "el mismo principio por el que entré (en el partido): la radical igualdad de todos los seres humanos, también de los españoles, por encima de mitos étnicos, proclamas identitarias o privilegios inventados". "Como socialista milito entre los moderados y creo que, entenderse con el adversario, está de más decir aquí el PP, no sólo es inteligente sino necesario", agregó.

También aseguró que su condición de socialista es una característica relativamente novedosa en el Consejo de Estado porque "pocos consejeros presentes e incluso pasados la tienen". Entre ellos, citó a Largo Caballero y a Peces Barba. "Soy socialista de carné desde 1969 y también estoy orgulloso de eso", expuso.

El ex ministro tomó posesión este mediodía de su nuevo cargo, junto Enrique Alonso, en su calidad de letrado del Consejo de Estado, y Amelia Valcárcel, ex consejera de Educación del gobierno asturiano y catedrática de universidad. Los tres fueron recibidos en este órgano asesor durante una sesión plenaria presidida por De la Vega y a la que también asistió el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar. Junto a los familiares y amigos y, como invitado de Bono, asistió el acto el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

ESPAÑOL Y CASTELLANO

Junto a su carné del PSOE, José Bono esgrimió su condición de español y de ex presidente de Castilla-La Mancha como atributos que presenta al llegar al Consejo de Estado. Respecto a su nacionalidad, expresó el orgullo de pertenecer "a una de las naciones más antiguas del planeta".

"El mundo estaría notablemente incompleto sin la aportación española. Por eso, ni me importa ser criticado ni jamás pediré perdón por decir, como Indalecio Prieto: 'a medida que pasa la vida por mí, me siento cada vez más profundamente español'", señaló.

En cuanto a su etapa en Castilla-La Mancha, José Bono llega al Consejo de Estado tras la modificación de la norma que regula este órgano consultivo y que incluye como consejeros a los presidentes autonómicos que lo hayan sido al menos ocho años. Presidente, criticó Bono, "de esa Castilla que algunos llamaron sin empacho dominadora".

"Nacimos y vivimos en el centro geográfico de España pero padecimos el centralismo con tanta o más fuerza que el litoral", agregó, para asegurar que en 1983, el 16 por ciento de los manchegos era analfabeto y el 41 por ciento no comprendía lo que leía. "¿No es esto consecuencia del centralismo padecido?", preguntó.

Por lo demás, el ex ministro aseguró que espera servir al Consejo de Estado y agradeció su apoyo y elogió a los dos padrinos que le han introducido en el órgano asesor: Landelino Lavilla y el Jefe del Estado Mayor, Félix Sanz. Del segundo, dijo que "no hay español que le aventaje en amor a la libertad y en defensa de la Constitución" y le agradeció su ayuda en el arresto de José Mena Aguado, "primer teniente general en activo arrestado tras la Guerra Civil". "Cuando otros más obligados que él se taparon en circunstancias difíciles, el consejero Sanz Roldán estuvo a la altura de los Ejércitos y de sus obligaciones", subrayó Bono.

Concluido el acto solemne, el ex presidente manchego no quiso añadir nada más a su apelación al entendimiento con el PP por inteligencia y necesidad, aunque aclaró que "todo lo que hace el presidente Rodríguez Zapatero me parece inteligente". Expresó a los periodistas su orgullo por el nuevo cargo y su agradecimiento al jefe del Ejecutivo por este encargo, con el que procurará, dijo, "el bien de España, que para mí es un bien supremo, por encima de cualquier otro en el ámbito de la política".

Preguntado por José María Aznar, Bono se limitó a desearle suerte en su vida personal y profesional. "Si sus negocios no son compatibles con el Consejo de Estado y ha tenido que dejarlo, esas son las leyes. Pero ningún juicio crítico hacia el señor Aznar, aunque es verdad que coincidimos en pocas cosas", dijo.

NUEVOS CONSEJEROS

El presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, ensalzó la personalidad y la preparación de cada uno de los tres nuevos consejeros del órgano asesor y también tuvo un recuerdo para las personas a las que sustituyen: el teniente general Santiago Valderas, el embajador José Joaquín Puig de la Bellacasa y el profesor Aurelio Menéndez y Menéndez.

De José Bono, destacó que con él no se ha cumplido el "desgaste de imagen" de quien lleva muchos años en política, alabó su paso por Castilla-La Mancha y su "brillante gestión" en el Ministerio de Defensa, donde tuvo que asumir, recordó Rubio Llorente, la retirada de las tropas españolas desplegadas en Irak. "Su espíritu mesurado y conciliador, su experiencia, enriquecerán la institución", añadió.

En cuanto a Amelia Valcárcel, aseguró que sigue siendo novedad el ingreso en el Consejo de una mujer, pero aclaró que se convierte en consejera por "sus virtudes y méritos", que repasó ampliamente. "Es una intelectual comprometida", subrayó. Y de Enrique Alonso destacó su formación de jurista y de experto e investigador en asuntos medioambientales, que han pasado a formar parte de la agenda del Consejo.

Los dos nuevos consejeros se mostraron orgullosos de entrar a formar parte del Consejo de Estado. Amelia Valcárcel explicó que ha centrado sus estudios en los valores morales y políticos de los tiempos modernos y de forma destacada, los derechos y libertades de la mujer. Y añadió que lleva consigo al Consejo "el esfuerzo de los filósofos morales españoles, en diálogo abierto y confiado con la democracia, esa filosofía presente, encarnada en política e instituciones, que a todos nos ha hecho ciudadanos y ciudadanas".

Enrique Alonso, por su parte, consideró un "reto sin parangón" el nuevo cargo y abogó por que el órgano asesor siga la tradición pero cumpla su papel "constitucional y social desde la realidad de este nuevo siglo".

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