La A.N. condena a 30 años de cárcel el etarra Bienzobas por asesinar a un trabajador de Iberduero en 1990

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 11 junio 2007 14:44

MADRID 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de la Sala Penal de la Audiencia Nacional ha condenado al etarra Jon Bienzobas Arreche a 30 años de cárcel por el asesinato en junio de 1990 en una cafetería de Getxo (Vizcaya) del trabajador de Iberduero Rafael San Sebastián Flechoso, a cuyos herederos deberá pagar una indemnización de 500.000 euros. Asimismo, la sentencia prohíbe al etarra a volver al lugar del delito o de residencia de la familia de la víctima durante cinco años a partir de su puesta en libertad.

La sentencia considera probado que, el día 10 de junio de 1990, el procesado, junto con otros miembros de ETA no identificados, se dirigió a la cafetería 'Gwendolyne' o 'Valentin's', situada en el número en el número 16 de la calle Euskal Herria de Getxo. Allí, disparó a San Sebastián tres veces con un revólver marca 'Llama' del calibre 38 especial, una a sólo unos centímetros de la cabeza y las otras dos a menos de un metro de distancia, lo que le causó la muerte en el acto. El hecho fue reivindicado por el diario Egin 16 días más tarde.

Según la resolución, los hechos declarados probados son constitutivos de "un delito de asesinato alevoso ejecutado con finalidad terrorista", pues "el sujeto activo ejecuta la primera y más antigua modalidad de alevosía: el crimen a traición o por la espalda en el que no existe posibilidad alguna de defensa por parte de ofendido".

TESTIMONIO DE VARIOS TESTIGOS

La Audiencia Nacional estima que Jon Bienzobas era "miembro confeso de ETA" en la fecha de autos, extremo confirmado por el testimonio en la vista oral del también etarra Pedro Mariano Marqués del Fresno. Asimismo, fue "reconocido fotográficamente por un testigo" que se encontraba en el lugar de los hechos. Durante la primera sesión del juicio, este testigo relató que sobre las once de la mañana del 10 de junio de 1990 escuchó "una pequeña explosión" que le pareció en un principio "el lloro de un niño" y señaló que cuando giraron la cabeza una voz les gritó: "¡Quietos todos, me cago en Dios!".

El etarra también fue reconocido menos de dos meses después por dos agentes de la policía municipal de Lejona (Vizcaya) que intentaron identificarlo tras levantar sospechas. En ese momento, según la sentencia, el etarra abandonó durante su huída un vehículo propiedad de su padre con diversa documentación, así como una bolsa de deportes en cuyo interior fue hallado el revólver con el que se causó la muerte de San Sebastián.

Bienzobas también fue condenado en mayo pasado a 30 años de prisión por la Audiencia Nacional por el asesinato, el 14 de febrero de 1996, del ex presidente del Tribunal Constitucional (TC) Francisco Tomás y Valiente cuando se encontraba en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid.

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