Año y medio de cárcel para un toxicómano por robar por la noche en dos pescaderías del mercado de Santoña (Cantabria)

SANTANDER, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado una condena de año y medio de cárcel para un toxicómano que accedió por la noche a la plaza de abastos de Santoña y robó en dos pescaderías, de las que se llevó 950 euros en metálico y al menos tres cupones de la ONCE.

El hombre, que responde a las iniciales L.A.O.M., fue condenado en mayo de este año por el Juzgado de lo Penal número 4 de Santander y recurrió, negando su participación en los hechos. Sin embargo, la Sección Primera de la Audiencia desestima el recurso y recalca que las pruebas son "contundentes", entre otras cosas, porque en uno de los puestos se encontró la cartera y el DNI del acusado y, además, un testigo le vio en el interior del mercado.

Los hechos ocurrieron sobre las once de la noche del 17 de abril de este año cuando el procesado, condenado ya otras tres veces por robo, se introdujo en el mercado de abastos de Santoña tras romper el marco de una de las puertas de acceso.

Una vez dentro, accedió a una pescadería en la que se apropió de 350 euros y al menos tres cupones de la ONCE y, desde aquí, por el falso techo, pasó a la pescadería contigua, en la que cogió otros 300 euros.

Este último botín fue recuperado más tarde en el interior de una bolsa abandonada en la entrada de la plaza de abastos, pero no apareció en cambio el dinero y los cupones robados en el otro local que, además, sufrió daños en el techo valorados en más de 2.400 euros.

El Juzgado de lo Penal le condenó por ello como autor de un delito de robo con fuerza continuado, con la agravante de reincidencia y la atenuante de drogadicción. Le impuso año y medio de cárcel y le condenó también a indemnizar a la primera de las pescaderías, la que sufrió los daños y no se pudo recuperar lo robado.

Tras el recurso presentado ante la Audiencia, ésta confirma ahora la condena y subraya que las pruebas en su contra son "contundentes", habida cuenta del testigo que le vio en el mercado y de la aparición de su cartera en uno de los puestos.