SANTANDER, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado a un año y medio de prisión a una mujer que se presentó en el despacho de su abogado y le amenazó con contratar dos sicarios para que le pegaran dos tiros, todo porque el letrado le había reclamado por la vía judicial la minuta de sus servicios y un juzgado le había embargado a la mujer 313 euros en su cuenta corriente.
Según se explica en la sentencia, dictada ayer jueves, la mujer había contratado los servicios del letrado en el procedimiento de liquidación de gananciales que tenía con su ex esposo. Terminado ese proceso, en mayo del año 1999, el abogado reclamó el pago de su minuta y, como no consiguió cobrarla, interpuso una demanda en el juzgado, donde le dieron la razón.
Sin embargo, siguió pasando el tiempo sin que la mujer abonara la cuenta, hasta que el juzgado acordó un nuevo procedimiento de ejecución que motivó el embargo de una de las cuentas corrientes de la acusada por importe de 313,16 euros.
El mismo día que recibió el correo certificado comunicándole el embargo, la mujer, que ha reconocido los hechos, se presentó en el despacho del abogado y comenzó a llamar de forma "inusualmente fuerte e insistente" al portero automático del edificio.
Aunque el letrado no estaba en horas de despacho, ante la "insistencia de los timbrazos" contestó y la mujer le dijo que abriera. El abogado se negó y le explicó que no era hora de atención al público, pero ella insistió, gritando que era una clienta y que tenía derecho a ser recibida.
Una vez que subió hasta el piso y éste abrió la puerta, la mujer, "sin ser invitada a entrar", accedió al despacho de "manera airada, gritando", moviendo en su mano el sobre de los juzgados y pidiendo explicaciones.
El letrado, "dada la agresividad y los gritos de la acusada y dado que no la había visto nunca y desconocía de quién se trataba", la invitó a bajar el tono de voz y a abandonar el despacho, pero ella, lejos de hacerlo, siguió gritando y se sentó en una de las butacas.
El abogado le dijo que llamaría a la Policía si no se marchaba y ella siguió son sus reclamaciones, llegando incluso a advertirle de que era capaz de contratar dos sicarios para que le pegaran dos tiros, porque a ella "no le roba nadie".
Tras una nueva advertencia del letrado de avisar a la Policía, la mujer dio un fuerte golpe en una mesa y abandonó el despacho, pero todavía en el rellano seguía gritando, acusando al abogado de robarla y reclamándole que le devolviera el dinero, al tiempo que le insultaba.
El Juzgado de lo Penal la condena por un delito de allanamiento del despacho del abogado, otro de obstrucción a la justicia y dos faltas de amenazas, y de injurias y vejaciones injustas. En total, le impone año y medio de cárcel y multas por importe global de 2.400 euros.
No obstante, la mujer no deberá ingresar en prisión, porque el juez ha acordado suspender la pena con la condición de que no vuelva a delinquir en el plazo de dos años. De lo contrario, tendrá que cumplir la pena íntegramente.
