Las anotaciones de Roca apuntan a que los 14 ediles que firmaron la moción de censura habrían recibido pagos

Actualizado: viernes, 21 julio 2006 18:18


MÁLAGA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

El juez que instruye el caso 'Malaya', Miguel Ángel Torres, señala que está "constatado" que en las anotaciones del presunto cerebro de la trama de corrupción en el Consistorio de Marbella (Málaga), Juan Antonio Roca, aparecen, "por ejemplo, pagos de 14 sobres iguales a concejales del Ayuntamiento" y apunta que "es obvio que eran 14 los miembros del equipo de gobierno y los firmantes de la moción de censura", que tuvo como consecuencia la salida de la Alcaldía de Julián Muñoz, hoy en prisión por su presunta vinculación con este caso.

De los ediles que firmaron la moción, 10 están en la cárcel, como son la ex alcaldesa, Marisol Yagüe; la primera teniente de alcalde, Isabel García Marcos y su compañero socialista José Jaén; los ex ediles del GIL Tomás Reñones, Rafael Calleja, Vicente Manciles, Victoriano Rodríguez y José Luis Fernández Garrosa y los ex concejales del PA Pedro Pérez y María José Lanzat. Otras dos, Belén Carmona y Carmen Revilla, salieron en libertad con fianza de 6.000 y 30.000 euros, respectivamente; Antonio Luque salió en libertad sin fianza, mientras que Carlos Fernández tiene orden de busca y captura, aunque permanece huido.

Así, en los autos de imputados en el procedimiento a los que tuvo acceso Europa Press, el instructor estima que las declaraciones de los implicados han puesto de manifiesto que Roca "organiza" la moción de censura, a partir de la cual "compra la voluntad de los representantes elegidos por el pueblo con las cantidades que recibe de los promotores" para que "se sometan a sus designios votando sin mayores complicaciones todo lo que venía de planeamiento y otros actos de su interés".

El juez coincide con las conclusiones policiales respecto a la existencia de "una situación generalizada, extendida y prolongada en el tiempo de evidente corrupción política y económica vinculada al Ayuntamiento", lo que denomina "una estructura criminal" que tiene el control político y ha creado "una atmósfera de favorecimiento mercantil por medio de resoluciones municipales en detrimento del propio interés público". "Se ha ido convirtiendo en una sólida red de corrupción", apostilla el instructor.

Aparte de los 14 sobres iguales, el juez indica que Roca repartió otros con identificación entre los ediles que formaban parte del equipo de gobierno, e, incluso, a "concejales del Ayuntamiento que no pertenecen a este equipo", para que "con su voto o su abstención" se permitiera la aprobación de determinadas propuestas. Señala que percibían "mayores cantidades", según su rango, "comenzando" por Yagüe, y en orden descendiente García Marcos y Carlos Fernández.

En este sentido, según las resoluciones se encontró dinero, "precisamente en sobres", en las casas de la primera teniente de alcalde y del concejal de Transportes, Victoriano Rodríguez, además de que se hallaron "cantidades de dinero inusuales para un domicilio, sumas importantes de efectivo sin justificación o los sobres con las cantidades supuestamente recibidas" en las casas de Carmen Revilla, Tomás Reñones y Rafael González.

Al menos cinco concejales --Revilla, Manciles, González, Reñones y Fernández Garrosa-- han reconocido, según los autos, haber recibido dinero de Roca, aunque en el caso de González se precisa que "le pagaba su sueldo como concejal mediante sobres", mientras que los dos últimos trataron de justificarlos "como anticipos" de las posibles retribuciones por las sociedades municipales.

Respecto a los empresarios, cuatro --José Ávila Rojas, Fidel San Román, Ismael Pérez y Francisco García Lebrón, que declaró dos veces la misma noche-- admitieron "con todo lujo de detalles" los pagos realizados "y la forma en la que se producían". Sigue sosteniendo el juez que el Consistorio era un negocio más del presunto cerebro de la trama, aún en prisión desde su detención en la primera fase de la operación, y añade que era "el alcalde en la sombra".

Insiste en todas las resoluciones en que "ninguna decisión importante" se tomaba sin el consentimiento del ex asesor de Urbanismo, para el que el Ayuntamiento "era uno más de sus negocios", de forma que, además, controlaba "absolutamente" el Consistorio, siendo la persona "a la que se dirigen todos los promotores para que se satisfagan sus pretensiones", mientras que los ediles se limitaban a "seguir sus instrucciones".