MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid aplazó hoy el juicio que tenía que celebrarse contra un celador mayor de la prisión militar de Alcalá de Henares que aprovechó su puesto de trabajo para obtener favores sexuales de los presos, hechos ocurridos en los primeros meses del año 2004 por los que el fiscal pide 9 años de cárcel para el inculpado.
La vista oral tuvo que ser suspendida hasta el 23 de enero de 2007 ante la incomparecencia de varios testigos propuestos por el fiscal, algunos de ellos las supuestas víctimas de los hechos que se le imputan al celador. Andrés G.L. ejerce funciones como la administración del dinero de los internos, el depósito de sus objetos personales, cursar sus peticiones a la dirección de la prisión o derivarlos al psicólogo o al asistente social.
El escrito de conclusiones provisionales del representante de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, considera probado que el 17 de marzo de 2004 el inculpado llamó por la megafonía interna de la prisión a H.R.A. para que acudiera a su despacho, donde le propuso realizar actos de tipo sexual con él, a lo que el preso se negó.
Posteriormente, también en los primeros meses de 2004, el imputado utilizó el mismo procedimiento para que S.C.G. acudiera a su lugar de trabajo. Allí, permitió que el interno llamara por su teléfono móvil con el objetivo de que le dejara realizarle tocamientos.
Finalmente, en los meses de abril y mayo de 2004 el procesado llamó a C.J.A.S. para proponerle lo mismo que a los otros dos presos a cambio de poder realizar llamadas desde el teléfono móvil que le requisaron al entrar en la prisión. Por cada uno de estos tres delitos de abuso de funcionario público el fiscal reclama tres años de prisión, a los que se suma una petición de ocho años de inhabilitación absoluta.