APROGC denuncia que los más sanguinarios etarras se "pueden reincorporar" a la banda y "volver a lo que fue"

MADRID 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) ha emitido un comunicado en el que denuncia en relación al fallo sobre la 'doctrina Parot' que "cuando la Justicia se aleja del sentir de la mayoría, no es justicia". Además advierten de que los más sanguinarios etarras que vayan a quedar en libertad podrían reincorporarse a la banda y ésta podría volver a lo que fue.

"La realidad que se nos presenta es dura, no sólo por el mal trago de ver cómo muchos asesinos se ríen de nosotros mientras toman vinos por los bares del País Vasco, sino porque un gran número de ellos (los más sanguinarios e irreductibles) puede volver a integrarse en una ETA que los mismos guardias civiles habían convertido en cadáver y que con esta incorporación masiva puede volver a ser lo que fue", alerta el comunicado.

Ha defendido la profesionalidad de los Guardias Civiles en su lucha contra el terrorismo al decir que "lejos de tomar cualquier represalia, supieron cumplir con su deber democrático esperando y confiando que todos los engranajes de nuestro sistema legal también funcionaran con la misma profesionalidad". "Desgraciadamente no ha sido así", añaden.

"Cuando la justicia es contraria al sentido común, se aleja del sentir de la mayoría de los ciudadanos y castiga a las víctimas de los delitos, no es justicia, es otra cosa. La denominada 'doctrina Parot' ponía cordura para corregir un vacío legal y castigaba a los asesinos y a los terroristas por aquello que habían hecho con las mayores penas posibles dentro de la ley, sabiendo que ninguno de ellos podría pagar realmente por el mucho daño causado", ha dicho APROGC.

Responsabilizan de esta situación a "jueces que olvidando sus obligaciones han hecho política con sus decisiones, políticos que por intereses han influido en esos jueces, y gobernantes que han dejado de hacer todo lo que deberían haber hecho". "La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), además de mostrar su decepción y tristeza, alerta de este potencial peligro. Las risas y alegrías de muchos pueden convertirse en dolor para otros; se lo recordaremos", sentencia.