BILBAO 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El colectivo de apoyo a los presos de ETA, Askatasuna, anunció hoy que se adhiere a todas las concentraciones y movilizaciones "a las que se pueda llamar para estos días" y afirmó que el actual proceso abierto es "un fraude político" porque se ha convertido en un "proceso de imposición", por lo que advirtió de la posibilidad de que "esté en peligro".
En el transcurso de una rueda de prensa celebrada en Bilbao, el portavoz de Askatasuna Julen Larrinaga, acompañado de Alaitz Bidaurratzaga, denunciaron las actuaciones judiciales contra la izquierda abertzale y manifestaron su preocupacion por una serie de "acontecimientos" que se están "repitiendo en los últimos cinco meses".
En este sentido, Larrinaga denunció que, mientras por una parte la sociedad vasca apoya que "el proceso político llegue a buen puerto" y se defiende una mesa de partidos "sin exclusiones", por otra parte el balance de la actuación del Estado es "muy pobre".
"De hecho, el único activo político que ha sido capaz de poner encima de la mesa el Gobierno de Zapatero ha sido la declaración que hizo (José Luis Rodríguez Zapatero) diciendo que estaba dispuesto a respetar la decisión de la ciudadanía vasca. Y no es una cosa baladí", precisó Larrinaga quien añadió que la credibilidad del estado "está siendo cada vez menor".
En este contexto, Alaitz Bidaurratzaga anunció la adhesión de Askatasuna "a todas las concentraciones y movilizaciones a las que se pueda llamar para estos días" y anunció la puesta en marcha de una "dinámica conjunta", a partir de septiembre, "en contra de todos los elementos de injerencia".
Esta dinámica, según informó Larrinaga, estará conformada por los agentes sociales que trabajan "en el entorno de presos" y "en la vulneración de derechos civiles y políticos". "El objetivo es consensuar un análisis real de lo que supone la actuación de la Audiencia Nacional", subrayó.
El portavoz de Askatasuna denunció la "inexistencia de un proyecto político hacia Euskal Herria por parte del Estado español" y le acusó
de mantener una actitud "irresponsable" en el proceso.
"Eso para nosotros es un fraude político, no a la izquierda abertzale, sino a toda la ciudadanía vasca", insistió, para indicar que el "riesgo" de que el proceso esté en peligro "es percibido por toda la sociedad vasca". "Esa posibilidad existe", agregó.