La Audiencia Nacional condena a 16 años de prisión a un acusado de arrojar artefactos contra dos policías forales

Actualizado: miércoles, 4 marzo 2009 19:14

MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó hoy a 16 años de prisión a Odei Ijurco, acusado de lanzar artefactos explosivos contra dos agentes de la Policía Foral de Navarra, a quienes no alcanzó, cuando participaba en un acto destinado a boicotear la jornada electoral del pasado 9 de marzo en Pamplona.

El tribunal considera que el joven cometió delitos de tenencia de sustancias explosivas, desórdenes públicos y dos delitos de atentado terrorista y le condena además a indemnizar a los dos agentes con 7.400 y 17.600 euros respectivamente, por las lesiones provocadas durante su arresto, al que se resistió violentamente.

Ijurco acompañaba a un grupo de 20 encapuchados que se toparon con una patrulla del cuerpo de policía autonómico cuando circulaban por la zona del casco viejo de Pamplona en la madrugada del día de las Elecciones Generales.

El grupo comenzó a arrojar artefactos explosivos contra la patrulla y en concreto el acusado lanzó contra los agentes que intentaban darle alcance, dos cócteles que no llegaron a alcanzarles. Una vez fue interceptado ofreció una resistencia muy violenta y lanzó patadas y puñetazos contra los policías, lo que les provocó lesiones físicas, según el relato de los hechos probados de la sentencia.

Durante el registro del domicilio de Ijurco la Policía incautó numerosa documentación relacionada con Segi y material destinado a la fabricación de artefactos incendiarios. Los agentes localizaron además, fotografías del presidente y uno de los columnistas de Libertad Digital y de uno de los fiscales del Tribunal Supremo.

La sentencia recuerda que los agentes agredidos reconocieron sin lugar a dudas a Ijurco e indica que los participantes en la algarada abandonaron en el lugar de los hechos varias botellas utilizadas para la fabricación de los artefactos. No obstante, reconoce que no ha quedado demostrada la pertenencia del acusado a la organización ilegalizada Segi ya que el material localizado en su vivienda solo demuestra "simpatía o afinidad a la ideología radical-nacionalista".