La Audiencia Nacional juzgará el viernes a cinco presuntos miembros de un grupo anarquista por violencia callejera

Actualizado: domingo, 18 junio 2006 13:31

MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará el próximo viernes a cinco supuestos miembros de un grupo anarquista de Barcelona por su presunta implicación en diversos actos callejeros perpetrados entre los años 2000 y 2002. El fiscal Pedro Rubira pide para los acusados una pena de cárcel de entre 8 y 11 años por los delitos de tenencia de aparatos inflamables y daños terroristas. Además, pide que cada uno de ellos pague 1.226 euros por el último delito.

Los acusados son Fernando Sirera Infante, Emilio Lentisco Ramírez, Francisco de Paula Fernández Gómez, Carlos Castilla Moles y Juan Manuel Salas Ramírez. Según el escrito de acusación del fiscal, todos ellos formaban un grupo violento anarquista que realizó acciones de sabotaje contra varias entidades bancarias de Barcelona, mediante la preparación y, posteriormente, colocación de cócteles molotov.

El fiscal señala al acusado Sirera, para quien pide 8 años de cárcel y una multa de 1.226 euros por tenencia de aparatos inflamables y daños terroristas, como el fundador de este grupo y que, desde el año 1989, promovió las actividades de las organizaciones anarquistas en Barcelona.

Además, el fiscal afirma que Sirera se encuentra vinculado con el anarquista italiano Ruberto Paolo y que enseñó a confeccionar artefactos explosivos a Lentisco, para quien el fiscal pide 11 años de cárcel por tenencia de aparatos inflamables y dos delitos de daños terroristas y multa de 1.452 euros, y a Salas, quien se enfrenta a un año de prisión y multa de 1.226 euros por daños terroristas.

VIOLENCIA CALLEJERA

En abril de 2000, el acusado Castilla, para quien el fiscal pide 8 años de cárcel y una multa de 1.226 euros por tenencia de aparatos inflamables y daños terroristas, lanzó un artefacto a un bar de la localidad barcelonesa de Viladecans. Los procesados Lentisco y Fernández, que se enfrenta a 8 años de cárcel y a pagar una multa de 1.226 euros por tenencia de aparatos inflamables y daños terroristas, lanzaron en mayo de 2002 dos artefactos incendiarios contra una sucursal de la Caixa en Barcelona.

Lentisco y Salas colocaron en julio de 2002 un artefacto explosivo en el cajero automático de otra oficina de la Caixa, también en la ciudad de Barcelona. Tras esto, Salas Ramírez abandonó el grupo, al no querer seguir realizando este tipo de acciones.