MARTOS (JAÉN), 29 (EUROPA PRESS)
La Audiencia Provincial de Jaén ha eximido de responsabilidad administrativa y penal a la empresa Esmarsa, ubicada en Martos (Jaén), y a su director, Rafael Espuny Moyano, en los hechos ocurridos en esta extractora de orujo en enero de 2004, cuando una explosión acabó con la vida de un trabajador e hirió de gravedad a otro.
Según informaron a Europa Press fuentes de la empresa, el auto desestima un recurso interpuesto por la representación procesal de la familia del trabajador que falleció, Juan P.D., vecino de Fuensanta, y del empleado que resultó herido grave, José L.P., vecino de Martos, contra el sobreseimiento de la causa que dictó la Audiencia Provincial de Jaén en mayo de 2006.
Tal y como adelantó hoy Diario Jaén, según el documento, que ahora se ha hecho público, no se desprende, ni de los informes oficiales ni del emitido por el Centro de Prevención de Riesgos Laborales, la responsabilidad de la empresa y de su director en los hechos. Además, la Guardia Civil concluye en un informe que el siniestro fue accidental.
El auto concluye que no existe responsabilidad penal de la empresa Esmarsa en los hechos, al no existir responsabilidad administrativa, "lo que no significa que el siniestro no sea un accidente de trabajo", según el documento, que no valora esta circunstancia por "no ser esta la jurisdicción competente para determinarlo".
Asimismo, el texto indica que el informe emitido por la Inspección de Trabajo determinó que "el accidente no fue consecuencia de la falta de medios de seguridad imputables a nadie y que lo que ocurrió fue un hecho extraordinario, difícilmente previsible".
El propio director de la empresa hizo ayer pública la sentencia y se mostraba "satisfecho por la resolución", aunque lamentó profundamente los hechos.
El 28 de enero de 2004, se produjo un escape de gas exano que provocó una fuerte explosión en el recinto de la extractora de orujo Esmarsa de Martos, lo que provocó la muerte de un trabajador e hirió grave a otro.
En el momento de la deflagración había un turno de 15 trabajadores efectuando su labor en la orujera, de los que sólo dos resultaron afectados. Entre los restantes empleados sólo se registró alguna lesión muy leve, consecuencia, en la mayor parte de los casos, de haber resultado golpeados por algún cascote. Todos fueron evacuados sin mayores incidencias.