SANTANDER 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El acusado de asesinar a su madre en el interior de la casa de la anciana, en San Vicente del Monte (en el municipio cántabro de Valdáliga) ha negado hoy que la apuñalara el 14 de abril de 2004, apuntando a una estufa como el origen del incendio que se propagó luego por toda la casa.
El procesado, José Luis B.E., de 57 años de edad, se enfrenta a la pena de 22 años de prisión que pide la Fiscalía, que sostuvo hoy ante un Jurado Popular en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria que fue el acusado quien propinó "al menos, tres puñaladas" a su madre y "todas ellas mortales" y luego, una vez "muerta", prendió fuego a la cama donde se hallaba el cuerpo para "ocultar las pruebas".
El Ministerio Público apuntó al móvil de que "estuviera cansado de cuidar" a la madre, lo que pudo llevar a asesinarla, ya que ésta tenía 73 años cuando falleció y se encontraba en un estado de salud muy delicado, tras haber pasado por dos masectomías, una úlcera, y un cuadro depresivo.
José Luis B.E., que estuvo en prisión provisional por esta causa del 17 de abril al 7 de julio de 2004, explicó que en la madrugada del día de autos recibió una llamada de su hermano Rafael -que convivía con la anciana-, avisándola del empeoramiento de su estado de salud, por lo que acudió al hogar materno junto con su novia, Dominga.
Cuando amaneció, se fueron a trabajar Dominga y Rafael, quedándose a solas el acusado con su madre, quien ese día permaneció en cama. A las 18.30 horas, José Luis B.E. aseguró que salió de la casa -situada en pleno campo- a por pan y "verde" para los conejos.
Al regresar, una "media hora o tres cuartos de hora más tarde", vio que salía "humo por debajo de la puerta", entrando rápidamente por el pasillo, llamando "a voces" a la madre, que "no le contestó", asegurando que se tuvo que dar la vuelta y no pudo entrar a buscarla a la habitación porque "no podía pasar más" adentro.
Entonces, fue a intentar activar una manguera que había fuera de la casa, reconociendo que "no fue a buscar a nadie" en busca de ayuda, hasta que un vecino se presentó al ver las llamas.
A preguntas de la fiscal, José Luis B.E. aseguró que esa tarde "no vio a nadie" merodear por la casa, y que el perro "no ladró", como es costumbre cuando ve a extraños.
El fiscal ha calificado el delito de asesinato con la agravante de parentesco, y pide también a José Luis B.E. una indemnización de 30.000 euros para su hermano y de 31.855 para el sobrino de la víctima, quien era el propietario de la vivienda.
El juicio se reanudará a partir de las 16.00 horas, con la declaración de los guardias civiles que acudieron a la casa.
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