SANTANDER, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un total de doce personas -todos cántabros, menos un ciudadano marroquí y una súbdita francesa- han sido detenidos por la Policía Nacional en Cantabria como presuntos integrantes de una red de tráfico de hachís que operaba en la región, principalmente en Santander, Astillero y Maliaño, y que ha quedado totalmente desarticulada.
El delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, presentó hoy en rueda de prensa la denominada 'Operación Vikingo', gracias a la cual se han incautado 39 kilogramos de hachís, un gramo de cocaína, 26.500 euros en metálico, cinco vehículos, tres equipos audiovisuales, tres armas largas, una pistola simulada y cuatro armas blancas, entre otros numerosos efectos.
De los doce detenidos, nueve han pasado a prisión provisional, dos están en libertad, mientras que una última detenida, menor de edad, ha pasado a disposición de la Fiscalía de Menores.
Según explicó Ibáñez, los dos presuntos cabecillas de la red -I.T.P., santanderino de 21 años, y R.B.C., vecino de Somo y de 26 años de edad- adquirían el hachís en viajes que realizaban a Andalucía, de donde era transportada hasta Santander por un 'correo' en dos vehículos de alquiler.
Debido a "la mala calidad" de la droga en alguno de los viajes a Andalucía, se amplió el mercado hacia distribuidores ubicados en la Comunidad Valenciana.
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