Fiscalía sostiene que Trapero cooperó de forma "decisiva, consciente e intencionada" en la rebelión independentista

Actualizado: viernes, 2 noviembre 2018 13:39

Apunta la "relación inequívoca" que mantuvo con los secesionistas en septiembre y su plan "fraudulento" para permitir que se celebrara el 1-O

MADRID, 2 (EUROPA PRESS)

La Fiscalía de la Audiencia Nacional, que pide 11 años de cárcel para el ex responsable de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero, en calidad de subalterno de los promotores de delitos de rebelión, sostiene en su escrito de acusación que el mayor cooperó de forma "decisiva, consciente e intencionada" con los independentistas tanto en los sucesos del 20 y 21 de septiembre frente a la Consejería catalana de Economía como durante el referéndum ilegal del 1 de octubre.

Trapero está procesado junto a los responsables políticos de la policía autonómica catalana Pere Soler, César Puig, para quienes la Fiscalía solicita los mismos 11 años de condena, y la intendente Teresa Laplana, a quien el Ministerio Público atribuye un delito de sedición por el que solicita cuatro años de prisión, pues "cumplía órdenes" de Trapero aún "siendo consciente" de las consecuencias.

A lo largo de 94 páginas, el fiscal Pedro Rubira detalla los hechos acaecidos durante aquellas jornadas y los planes que diseñaron los acusados para promover una "inacción y dejación de funciones" de los Mossos que permitiera a los líderes independentistas alcanzar sus objetivos ya que entiende que Puig, Soler y Trapero, "cada uno desde su cargo y responsabilidad, se sumaron al plan secesionista poniendo a disposición de éste la actuación del cuerpo policial".

SEGIMIENTO DE OTROS CUERPOS POLICIALES

Según expone el escrito de acusación, en los días 20 y 21 de septiembre y 1 de octubre "se produjeron numerosos actos de violencia sobre las personas y las cosas generándose un clima de tensión y enfrentamiento susceptible de generalizarse" y "en todo ello cobró especial relevancia el papel desempeñado por los Mossos".

"Su capacidad investigadora e intimidatoria al servicio de la organización y de los fines independentistas era imprescindible para proteger las acciones dirigidas a la celebración del referéndum, dedicándose a funciones impropias de un cuerpo policial como la realización de seguimientos a otros cuerpos policiales, entorpecer su labor y en algunos casos, incluso oponerse físicamente", detalla la Fiscalía.

"INEQUÍVOCO PROPÓSITO" DE ENTORPECER

De hecho, el Ministerio Público afirma que Trapero obró aquel 1 de octubre con "inequívoco propósito de dificultar la labor de la Policía Nacional y la Guardia Civil" ya que, junto a Puig y Soler, "alertaban de la actuación de otros cuerpos policiales y facilitaron información a los impulsores del proceso para garantizar el buen fin del mismo, al tiempo que daban a estos cobertura y protección".

Pero no sólo, también la de la propia policía autonómica, pues según el escrito, Trapero "diseñó de forma deliberada mecanismos de actuación que impidieron que los agentes de los Mossos d'Esquadra pudieran cumplir con las instrucciones dadas por el Ministerio Fiscal y con las resoluciones del TSJC", en relación al llamado 'Plan Ágora', que tacha de "fraudulento", y las normas de actuación que emitió de cara a la jornada de referéndum. Además, "empleaba su máxima autoridad para informar de investigaciones policiales y judiciales".

"El día del referéndum, el cuerpo de Mossos d'Esquadra, siguiendo las indicaciones de Trapero, Soler y Puig, mantuvo en general una actitud pasiva e intencionadamente tolerante con la votación e incluso en algunas ocasiones se produjeron enfrentamientos con los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil para impedir o dificultar que estos cumpliesen con lo ordenado por la autoridad judicial", afirma Fiscalía, que detalla toda una serie de incidentes en torno a centros de votación por toda Cataluña.

Concluye así que los acusados, "no sólo omitieron toda actuación tendente a evitar la celebración del referéndum, sino que contribuyeron de forma decisiva para que el cuerpo de los Mossos se pusiera al servicio del plan secesionista" hasta el punto de que la contribución de la policía autonómica fue "decisiva" para una "movilización ciudadana que, con su fuerza coactiva, pretendía el objetivo de sus objetivos secesionistas en el marco de un proceso tutelado por un cuerpo policial armado".

TRAPERO PROPICIÓ EL ASEDIO "HOSTIL" DE LA CONSELLERÍA

En cuanto a los sucesos de septiembre, la Fiscalía sostiene que Trapero, Puig y Soler, "cooperaron de forma decisiva, consciente e intencionada con los fines perseguidos por las instituciones catalanas" y con ANC y OMNIUM, "impidiendo el desarrollo de la diligencia judicial" y "propiciando con su deliberada pasividad la concentración durante horas de una gran masa de personas en actitud obstaculizadora y hostil frente a la sede" que estaba registrando una comisión judicial.

El escrito apunta en concreto que Trapero, "con su consciente inactividad, evitó poner fin al grave problema de orden público que se estaba produciendo y que impedía la normal actividad de la Comisión Judicial previendo y aceptando que la misma se viera incursa en una situación ciertamente peligrosa en la que se produjeron ciertos acontecimientos de índole violenta".

Así, destaca por "significativo que la Comisión Judicial no pudiera salir del edificio si quiera para almorzar mientras entraban y salían personas ajenas a la propia comisión y conocidos políticos independentistas, en clara muestra de que la masa violenta y hostigante que asediaba el local estaba controlada y dirigida por aquellos".

En esta línea, Fiscalía incide en que "la relación de los altos mandos de los Mossos d'Esquadra con los responsables del independentismo de Cataluña se manifestó de forma inequívoca" durante aquella jornada y detalla, entre otros ejemplos, que el ex líder de ANC Jordi Sánchez, procesado por rebelión, llamó hasta 16 veces a Trapero el 20 de septiembre y éste le hizo 21 llamadas.

A resultas, "las condiciones impuestas por Jordi Sánchez a la comisión judicial durante aquella jornada fueron totalmente asumidas por Trapero" y los Mossos que él comandaba, "omitieron toda diligencia que garantizara la seguridad de la Comisión Judicial" mientras afuera, la multitud se iba incrementando "con una actitud cada vez más violenta".

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