Barranco avisa de problemas si Carod es el mismo del primer tripartito y saluda que un 'charnego' presida Cataluña

Apoya revisar el sistema electoral porque "prima a los nacionalistas" y el nacionalismo es "insaciable" y "contagioso"

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 7 noviembre 2006 15:40

MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

El senador socialista Juan Barranco en una entrevista concedida a Europa Press advierte de que si Carod, que será el nuevo vicepresidente en el gobierno catalán presidido por José Montilla, "es el mismo que el del anterior tripartito, vamos a tener muchos problemas". Barranco saluda que un 'charnego' como Montilla sea el nuevo presidente de la Generalitat y pide una revisión del sistema electoral porque, ahora, "prima a los nacionalistas" que es un fenómeno "insaciable y contagioso".

En cuanto al tripartito presidido por José Montilla dijo que lo bueno es "ver a un cordobés, a un charnego, de presidente de la Generalitat. Eso está bien desde el punto de vista de la normalidad democrática", aunque no oculta su extrañeza porque "si hay algo que en un partido político se debe decidir a nivel nacional es la política de alianzas. Creo que el PSOE de Asturias, Andalucía o Madrid tenemos unos márgenes, pero la política de alianzas se debe de decidir entre todos. Bueno, pues esto no se ha hecho en este caso. Es una decisión que ha tomado unilateralmente el PSC, sin que los demás hayamos podido ni opinar".

No niega que la decisión que han adoptado sea buena para el PSC pero advierte de que "tiene riesgos en la política nacional. Riesgos como el que anuncia ya CiU, perder apoyos y estabilidad". Y apunta otro riesgo: "si el Carod del segundo tripartito es el mismo que el del primero, nos va a crear muchos problemas. Y me preocupa sobre todo el efecto que pueda tener de cara a las municipales y autonómicas".

MONTILLA RECOGE LA HERENCIA DE MARAGALL

En alusión a Carod Rovira, apunta que "no sé si habrá aprendido, porque tuvo una fase que cada vez que abría la boca subía el pan". Opina que Montilla "ha recogido los desastres del primer tripartito, ha pagado el pato". Cree que "se hubiera merecido mejores resultados, pero la herencia del tripartito anterior y de las cosas que hizo Pasqual Maragall han pesado en el electorado".

También le llama la atención que, aunque el PSC siempre tuvo una consideración especial, "las listas de todos los sitios pasan por el comité federal. La de los catalanes no. Ellos sí opinan sobre la mía de Madrid, pero yo no puedo opinar sobre las listas de los catalanes"

Por ello, considera que en algún momento tendrán que revisarlo: "si ellos opinan sobre quién va de concejal en Madrid, que yo opine sobre quién va en Barcelona o que ellos dejen de opinar de Madrid". Admite que el PSC goza de un estatus especial que "gente como Obiols, Reventós, Narcís Serra habían administrado con absoluta prudencia y por eso no había habido problemas".

REFORMAS ESTATUTARIAS

En cuanto a las reformas estatutarias, ve "bien" que después de 25 años se quieran actualizar, pero por otro lado lo contempla "con cierta preocupación". Reconoce que no es nacionalista y que cada vez los entiende menos.

"Voy cumpliendo edad y experiencia --explica-- y veo que el nacionalismo es un fenómeno que vive de marcar las diferencias con el otro, de lo que nos separa. Es un fenómeno además insaciable, porque no tiene más ideología que la diferencia y el agravio contigo, y no se puede por tanto dar nunca por satisfecho porque pierde su razón de ser. Si no existe el malvado de Madrid, no tiene razón de existir, por tanto es un fenómeno insaciable, nunca se van a dar por satisfechos". Añade que es "contagioso" y no quiere ver a su país "gritando viva Cartagena otra vez".

A su juicio, el referéndum catalán es "el paradigma de cómo una clase política está empeñada en que el clamor popular les exige la reforma del estatuto y el clamor popular no llega al 50 por ciento que va a votar".

Cree que esta influencia se debe "a que quitan y ponen mayorías" y recuerda que "Aznar pasó por una situación parecida". "Nadie se acuerda de los gobernadores civiles. si los hubiéramos quitado nosotros ahora, nos acusarían de todos los males del infierno. Los quitó Aznar como concesión a CiU", señala.

Para Barranco, habría que "dar un hervor" al sistema electoral que en su día se pactó y que "prima los nacionalistas". "Habría que darle un hervor a esto, sí para que los nacionalismos no tuvieran la llave siempre. Habría que replanteárselo".

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