BARCELONA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Parlament de Cataluña, Ernest Benach, reconoció hoy que "ha costado, cuesta y costará" desarrollar con normalidad la acción de un gobierno de coalición como el tripartito catalán, "porque son tres partidos políticos distintos, pero eso no quita que se deba intentar".
En una entrevista a Telecinco poco antes de entrevistarse con el Rey Juan Carlos en la Zarzuela para comunicarle la elección de José Montilla como nuevo presidente de la Generalitat, Benach defendió que "la cultura de coalición debe formar parte de la cultura política" de Cataluña, dado que "el mapa político" obliga a ello y "será así" durante mucho tiempo.
No obstante, admitió que "nos falta a todos cierta cultura de coalición", que es la que "conlleva" nombramientos como el suyo propio como presidente del Parlament por los 70 votos del tripartito frente a los 48 votos que recibió la candidata de CiU Núria de Gispert.
Sobre el tripartito, admitió que en la pasada legislatura "las estrategias y tácticas" de cada partido que, por ejemplo, durante la reforma del Estatut supusieron cierta "competición para ver quien era más nacionalista o quien quería más derechos para Cataluña" ocasionaron un "debate que complicó el proceso estatutario".
Ante la nueva legislatura, consideró que existe "el riesgo de que sea así" de nuevo, pero instó a los partidos a "mantener la coherencia" con sus "principios y manera de ser", y sobre todo a "explicar bien" sus pasos ante la ciudadanía.
PERSONALIDAD PROPIA DE ERC.
"ERC participa en un gobierno con PSC e ICV-EUiA y ha de explicar bien qué significa que una fuerza independentista esté en un gobierno con fuerzas que no lo son" y dejar claro que ello "no significa que esas dos formaciones serán independentistas o que ERC dejará de serlo", señaló.
Benach explicó la actuación de ERC en el nuevo Gobierno, que desplegará un Estatut al que se opusieron los republicanos, como fruto de su "sentido institucional", que le lleva a "aceptar la legalidad vigente", que es el nuevo Estatut, y actuar "con la máxima lealtad institucional para la aplicación" del texto "hasta su máxima expresión, para que sea un instrumento eficaz para el gobierno de Cataluña".
El presidente del Parlament rechazó valorar la acción de gobierno en términos de "políticas sociales" en contra de "políticas identitarias", al considerar que "hay una parte de la identidad que se expresa través de cuestiones sociales y económicas".
Así, señaló temas como "las infraestructuras" y, en especial, el traspaso del aeropuerto de El Prat, que "hay quien dirá que es una cuestión identitaria y otros dirán que no, que es absolutamente práctica". "Pero lo importante es que a Generalitat pueda influir en la gestión, porque en un mundo globalizado es importante estar bien comunicado y hoy en el Prat hay déficits muy importantes" en este sentido, afirmó.
CASTELLANO EN EL PARLAMENT.
Por otra parte, Benach restó importancia al uso del castellano por parte de los diputados de Ciutadans en el hemiciclo catalán y recordó que "ha habido otros diputados que se han expresado en castellano" en la Cámara catalana, como la presidenta del PSC-CpC, Manuela de Madre, en su discurso por la aprobación del Estatut el 30 de septiembre.
También señaló que en legislaturas anteriores "ha habido diputados que han hablado en aranés y no ha pasado nada", porque "seguramente la gente que ve un problema en la lengua es la gente que no vive en Cataluña, y la que vive aquí lo ve con total normalidad".
Benach aseguró que "el conflicto en Cataluña por la lengua no existe". "Y si alguien lo quiere intentar provocar espero que fracase porque uno de los grandes valores de Cataluña es la capacidad de convivencia y cohesión social, y el saber que tener dos lenguas es una riqueza y si alguien no quiere entender eso es su problema".
