Bermejo dice que si los vocales del CGPJ dimiten en bloque darían una lección al PP inolvidable, pero no cree que ocurra

Cuestiona el actual modelo de Consejo que no es aceptado por jueces y ciudadanos y busca otro neutral y despolitizado.

"Ante la sentencia del 11-M, los ciudadanos podrán elegir entre la versión del tribunal y el montaje virtual de ciertos medios", afirmó.

Europa Press Nacional
Actualizado: sábado, 28 julio 2007 13:35

MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, considera que si los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) "decidieran dimitir en bloque acabarían por darle al PP una lección que no olvidaría nunca" de cara a la renovación del órgano de Gobierno de los jueces, que debía haberse producido el 7 de noviembre del año pasado, aunque no cree que esta circunstancia se produzca.

Como no confía en esta posibilidad, el ministro, en una entrevista concedida a Europa Press, dijo haber apostado desde que asumió la Cartera, "y con alto costo por haber manifestado lo que pensaba, por la renovación". En su opinión, "la seriedad que debe presidir el hacer político en las grandes instituciones exige un comportamiento de lealtad política incompatible con lo que está ocurriendo".

"Estamos en un escenario en el que lamentablemente hay un esfuerzo colectivo porque el Consejo se renueve y el PP lo está impidiendo", apuntó, para agregar que le gustaría que en agosto o en cualquier caso para la próxima apertura de tribunales, fijada para el 17 de septiembre, ya se hubiera renovado, "porque está en un estado de paralización que no es aceptable".

"Cuando los órganos se empiezan a descomponer y han cumplido el mandato, resulta que ya no están reflejando normalidad. De repente se desajustan y no se les percibe como el órgano del que es previsible obtener las decisiones que se esperan de él", precisó.

En cuanto a la renovación del Consejo, el ministro explicó que "hay todo un bloque parlamentario que quiere la renovación y un partido que no la quiere, que es el Partido Popular, que se está resistiendo".

En su opinión, la "lucha partidista de muchos de los miembros de ese Consejo" debe ser sustituida por "una estrategia de pluralismo para que el Consejo refleje la realidad del mundo judicial", a ser posible incluso con representación de los no asociados, para superar, con la del "arco parlamentario", la de "las dos asociaciones que más claramente representan los valores conservador y progresista".

REFLEXIONAR SOBRE UN NUEVO CGPJ.

El ministro explicó que para combatir la impresión de los ciudadanos de que "cada Consejo ha hecho bueno al anterior", ya está reflexionando sobre "un modelo en que se consiga un órgano constitucional despolitizado", en el que "en modo alguno pueda ser correa de transmisión de los partidos políticos". "Hay que ir a un modelo en que se reproduzca la propia neutralidad que pedimos a los jueces", aseveró.

"No creo que eso sea imposible. De hecho el modelo que estamos intentando impulsar de pluralismo, es una buena medicina contra la politización", aseguró, para afirmar que aunque hay quien opina que cuantos más partidos intervengan, más politizado estará, el actual consejo demuestra "de una manera nítida" lo contrario. "Buena prueba de ello son los ejercicios de política de partido que estamos viendo alarmantemente", añadió.

NO LO ACEPTAN JUECES NI CIUDADANOS.

"De momento esta renovación va a haber que hacerla así, pero creo que en la próxima legislatura la reflexión es qué hacemos con el Consejo; una reflexión que debería ser prioritaria y que debiera partir de la evidencia de que el Consejo no es un órgano que esté siendo aceptado por los propios jueces, como ese órgano de Gobierno en el que depositar toda la confianza, ni por la ciudadanía que no acaba de distinguir muy bien entre qué son jueces y qué son vocales", explicó.

Para ello es necesario, señaló, la "convicción" por parte de "la clase política de que el Consejo, como las grandes instituciones, debe ser respetado".

"Después de esta legislatura convulsa, puede sonar un poco a utopía. Yo creo en las utopías, porque se descubre con el tiempo, que no lo son tanto y que basta caminar hacia ellas para ir en la buena dirección", explicó.

11-M: TRIBUNAL CON GARANTÍAS O MONTAJE VIRTUAL

En relación con el juicio sobre los atentados del 11-M, Fernández Bermejo señaló que, una vez que se conozca la sentencia, "los ciudadanos de este país deberán poder elegir entre la versión del tribunal", que responderá a "un proceso con todas las garantías", o "la que se puedan haber montado virtualmente en algunos medios".

"La prensa es a veces un buen reflejo de lo que ocurre y a veces no es precisamente ni reflejo de lo que ocurre", afirmó en referencia a las denominadas teorías de la conspiración. "Aquí hemos asistido a un verdadero juicio virtual que tenía una parte que podría reflejar lo que estaba dentro y otra que se ha ido construyendo fuera", continuó.

Tras asegurar que "lo último que haría como ministro y como jurista sería opinar sobre un proceso", ya que eso constituiría "una temeridad", Fernández Bermejo manifestó que "cualquier cosa que esté sometida a decisión judicial sólo puede tener en esta casa (el Ministerio) una reacción: respeto, silencio, se juzga".

En este sentido, expresó su confianza en la "sentencia" que dicte el tribunal, que auguró que será "la sentencia del Estado de Derecho", y agregó que existen "razones fundadas" para "dejar los procesos paralelos".

En su opinión, el juicio se ha desarrollado "con todas las garantías, ante un juez imparcial, con unas pruebas que merecen ese nombre, con la posibilidad de contradecirlas en el acto, con inmediación y con oralidad". "Con todas las garantías se puede generar opinión", apostilló.

NUEVA LOPJ EN ESTA LEGISLATURA.

Por otra parte, el ministro afirmó que el Gobierno está "poniendo toda la carne en el asador" para que en esta legislatura salga adelante la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) y la nueva oficina judicial, aunque precisó que "la dinámica parlamentaria tiene sus propias reglas".

En cuanto a la polémica suscitada en torno a la denominada "enmienda Bermejo", el ministro aseguró que "como de costumbre se ha manipulado a tope", cuando sólo pretende adecuar el texto del Estatuto Fiscal a la jurisprudencia del Tribunal Supremo desde 1997, cuando estableció que "el Consejo Fiscal es un órgano de informe", cuya opinión no vincula al fiscal general del Estado ni, por tanto, al Gobierno.

"No es más que llevar a la ley lo que ya está siendo una práctica habitual desde esa jurisprudencia, que se gestó porque el PP, en el Gobierno, nombró jefe de la Audiencia Nacional a Eduardo Fungairiño, contra la opinión tres veces manifestada por unanimidad por el Consejo Fiscal", insistió.

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