Asegura que "no está en la agenda" que haya un presidente de Lugo, y tampoco uno de Pontevedra porque Rajoy no lo va a conseguir
MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, subrayó hoy que él es un "descreído de las encuestas que se hacen fuera de tiempo electoral" pero dijo creer que las que se han publicado en los últimos días "reflejan la situación de este momento". "¿Pero alguien pretende que después de las decisiones que hemos tomado los ciudadanos nos aplaudieran con las orejas en esta semana?", se preguntó.
En un desayuno informativo organizado por 'El Economista', Blanco manifestó que "evidentemente no es el momento más propicio" para preguntar a los ciudadanos si votarían al PSOE. No obstante, insistió en que él siempre ha tratado con cautela las encuestas fuera del periodo electoral y añadió que, a la luz de lo que ha sucedido en la realidad, opinó que sus palabras tienen, "aunque sólo sea en esto, una pequeña dosis de credibilidad".
En todo caso, quiso incidir en que todos los mandatarios europeos están sufriendo caídas de popularidad en los sondeos, entre ellas la canciller alemana, Angela Merkel, que fue elegida en otoño y desde entonces ha perdido 20 puntos en las encuestas. Blanco aprovechó para recordar que Merkel ganó las elecciones prometiendo una bajada de impuestos y, en cambio, ha tenido que subirlos. "Y a eso no lo llaman improvisación, lo llaman responsabilidad", ironizó.
Dicho esto, se mostró convencido de que cuando lleguen las generales en 2012 los ciudadanos juzgarán también al PP por su actitud. A su juicio, o el principal partido de la oposición "no entiende la magnitud de la crisis", lo cual sería "irresponsable" o, entendiéndola, ha decidido actuar de la misma forma, lo que es "doblemente irresponsable".
El 'número dos' del PSOE dijo que entendería que el presidente del PP, Mariano Rajoy, hubiera acusado al Gobierno de "algunas contradicciones", incluso de reivindicar como propias algunas de las medidas, pero no su actitud de "pensar sólo en las elecciones" algo que, añadió, tampoco entienden los demás países europeos ni las bolsas.
Para Blanco, si el PP hubiera logrado un "triunfo" impidiendo la aprobación del decreto-ley de recortes, eso "hubiera comprometido gravemente la solvencia de España y, por tanto, hubiera llevado a una situación crítica a toda la eurozona".
EL PP CRITICARÁ TAMBIÉN LA REFORMA LABORAL
En esa línea, se mostró convencido de que los 'populares' encontrarán también la manera de criticar la reforma laboral cuando se lleve a cabo, a pesar de que llevan meses reclamándola. Blanco se mostró convencido de que el Ejecutivo podrá aprobarla, aún en el caso de que no haya acuerdo con los agentes sociales y tenga que ser un decreto ley convalidado después por el Congreso.
En este punto, recordó que los 169 votos con los que se aprobó el decreto de recortes son los mismos con los que fue investido José Luis Rodríguez Zapatero en 2008, es decir, que el Gobierno no tiene "ni más ni menos apoyo" que entonces, aunque "algunos vendieron lo contrario porque tienen ansiedad por llegar".
Blanco achacó a esta "ansiedad" del PP por llegar al poder su "presión" para dar la sensación de que el Gobierno está solo y pedir elecciones anticipadas. A su juicio, en la medida en que la situación económica mejore, se va a "acelerar" la presión sobre el Ejecutivo y su presidente.
EL PP TIENE "ANSIEDAD" POR LLEGAR AL PODER
"Algunos interpretan que éste es su momento, porque tienen poca confianza en sí mismos y si no aprovechan este momento no tendrán momento", afirmó. Además, defendió el plan de recortes y pidió superar el "maniqueísmo" sobre si lo ha impuesto Bruselas. De hecho, admitió que así ha sido, pero ha sido una imposición a todos los países igual que se imponen criterios para recibir fondos regionales.
El ministro de Fomento dijo creer que Rajoy "no va a ser presidente" del Gobierno y aseguró que él tampoco lo será. Preguntado si habrá un jefe del Ejecutivo que sea de Lugo, como él, replicó que "no está en la agenda" y que tampoco lo será Rajoy, que es de Pontevedra. Ya hubo un lucense que lo intentó, recordó Blanco, que fue Manuel Fraga.
A preguntas del moderador, Blanco aseguró también que "en la hipótesis" de que fuese presidente, él habría adoptado las mismas medidas contra la crisis económica que ha adoptado este gobierno.
En su intervención inicial, el dirigente socialista había insistido en que para salir de este momento "realmente difícil" la solución "no pasa por sembrar discordia" y que no habrá "una medida mágica que lo solucione todo" porque "nadie la tiene". Así, apeló a la responsabilidad colectiva y a la solidaridad argumentando que "el mérito no está en no caer nunca", sino "en aprender la lección de la caída, para volver a alzarse otra vez, más fuerte todavía".
