MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Organización y Coordinación del PSOE, José Blanco, avisó a ERC, en relación con su presencia en el Ejecutivo catalán, de que es "difícil compatibilizar un gobierno que ha hecho de la reforma estatutaria su prioridad política con un partido que vote en contra" de la misma.
En declaraciones a Europa Press, deseó que "prevalezca la coherencia de quien tiene la decisión de conformar el gobierno" y de quien está en el Ejecutivo. "A mí me resultaría muy incomodo estar en un lugar donde el objetivo principal no lo comparto", insistió. No obstante, se mostró seguro de que la formación republicana sabrá "anteponer el interés general a su visión particular" y "legítima" de lo que debía ser la reforma estatutaria.
"Creo que al final va a dar ese paso que permita que los ciudadanos observen también en ERC un partido con alto sentido de la responsabilidad", auguró.
El dirigente socialista resaltó que el PSOE hará lo que le diga el PSC en cuanto a implicación en la campaña del referéndum del 'Estatut' y recordó que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha manifestado ya que se implicará. "Estamos a disposición de poder participar activamente en ese referéndum, que es de todos", comentó.
"ME GUSTA EL CONSENSO".
Respecto al hecho de que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, opte por que las discrepancias de su gobierno de coalición se solventen por votación, Blanco se limitó a indicar que los ejecutivos "tienen su forma de funcionar".
"A mí la democracia en general me parece bien --añadió--. Aún así, dentro de un gobierno, me gusta el consenso como una forma de abordar los problemas". No obstante, recalcó que un demócrata "no puede estar en contra de que las soluciones democráticas sean una solución para cuando hay discrepancias".
Blanco vaticinó, además, que queda Gobierno del PSC en Cataluña para "largo tiempo". Subrayó que Pasqual Maragall se ha dedicado "de forma prioritaria" a tratar de conseguir su objetivo principal, en referencia al 'Estatut', y que culminará "con éxito su ambición como presidente de la Generalitat", con "reformas de gran alcance que no se habían hecho en otro momento en la vida política de Cataluña".
"Es verdad que a veces sus posiciones no fueron comprendidas e incluso algunas de sus reivindicaciones y posiciones no fueron aceptadas, pero cuando se ve el final del proceso, cuando se ve el edificio que se ha construido, debe tener razones más que suficientes para sentirse orgulloso de la obra realizada", manifestó.
En esta línea, recalcó que Maragall "tiene un activo importante" y que así "es reconocido por la sociedad de Cataluña cuando se mide la valoración de los líderes políticos".
