Boada limita a "opiniones personales" en ICV el veto a Maragall para repetir el tripartito y fija el debate tras el 18-J

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 16 mayo 2006 16:42

BARCELONA 16 May. (EUROPA PRESS) -

El portavoz parlamentario de ICV-EA, Joan Boada, atribuyó hoy a "opiniones personales" en el seno de la formación ecosocialista el veto a Pasqual Maragall como presidente de la Generalitat para reeditar el tripartito tras las próximas elecciones y situó el debate y la posición oficial de ICV tras la celebración del referéndum del Estatut previsto para el día 18 de junio.

En rueda de prensa en el Parlament, Boada admitió la existencia de voces en el seno de ICV, comenzando por uno de sus vicepresidentes, Jordi Guillot, que cuestionan la viabilidad de un nuevo Pacto del Tinell si Maragall repite como candidato. No obstante, señaló que "como organización" ICV no ha tomado ninguna decisión al respecto.

Admitió que las coaliciones de gobierno se hacen "con formaciones políticas, sus candidatos y el programa" pero "no podemos decidir qué haremos sin saber quién será el cabeza de lista". Para Boada, sería una "discusión inútil" aunque se ofreció a comenzar a fijar posición tras el referéndum, aunque no especificó si esperarán a que el PSC tome una decisión.

Boada celebró que Maragall "continúe pensando" en las bondades del Gobierno de izquierdas y catalanistas para la próxima legislatura y aseguró que, a día de hoy, el Tinell "continúa siendo vigente". "¿O es que sin ERC el Gobierno ya no es catalanista ni de izquierdas?", preguntó.

Según Boada, ICV "garantiza" que se mantenga ese perfil en las iniciativas del Gobierno de la Generalitat, aunque admitió que, estando en minoría, "no se pueden hacer filigranas". No obstante, ICV confía en contar con el apoyo de ERC a las iniciativas impulsadas por el Gobierno de la Generalitat.

ERC CALIMERO.

Según Boada, "no esperamos tener ningún tipo de problemas", aunque se esforzó en "apelar a la coherencia de lo que se discute y no a intereses partidistas". Aseguró que el Gobierno buscará siempre el apoyo de ERC, aunque no evitó cargar contra los republicanos y su "actitud calimero" de hacerse la "víctima".

Boada insistió en que "lo más natural y éticamente responsable" habría sido la dimisión de los consellers de ERC en lugar de la expulsión, que consideró un "error político" que "victimiza" a sus antiguos socios de Gobierno y que puede afectar a la determinación de los catalanes a la hora de acudir a las urnas el día del referéndum.

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