MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Congreso, José Bono, ha continuado este jueves con el vicesecretario general del PSOE, la ronda de reuniones con pesos pesados del Gobierno y del partido que inauguró el pasado 16 de febrero con el propio José Luis Rodríguez Zapatero. En la reunión se ha hablado de la "problemática" de las elecciones, según reconoció Bono, quien tiene claro que las decisiones han de partir de Zapatero, que es "fijo en la quiniela".
"Hemos dedicado un párrafo al Comité Federal --que se reunirá el sábado--, a la problemática de las elecciones autonómicas y municipales y a las elecciones generales", ha señalado Bono en los pasillos de la Cámara Baja, después de tomar café durante alrededor de una hora con el 'número dos' del PSOE. Blanco, por su parte, rehusó dar detalles sobre el contenido de la entrevista.
Según ha confesado Bono, le ha "encantado" ver a Blanco "tan en forma desde el punto de vista partidario" y ha destacado el ministro de Fomento tiene "la convicción" de que las próximas legislativas "son elecciones a ganar por el PSOE".
Luego ha especificado que al aludir a la "problemática" de las elecciones autonómicas se refería a "ganarlas", ya que todos los partidos que concurren a una cita electoral, lo que quieren es obtener la victoria.
MES Y MEDIO DE 'PEREGRINACIÓN'
Blanco es el tercer miembro del Gobierno y dirigente del PSOE que ha desfilado por el despacho de Bono en el último mes y medio. Esta 'peregrinación' la inició Zapatero el 16 de febrero; dos semanas después, el 3 de marzo, el jefe del Ejecutivo volvió a pasar por el 'confesionario' de Bono, y el pasado 23 de marzo, en su reaparición parlamentaria tras su baja por enfermedad fue el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el que se pasó por las dependencias de la tercera autoridad del Estado.
De las personas que suenan con más fuerza para suceder a Zapatero como candidato del PSOE en las próximas elecciones generales, sólo falta por entrevistarse con Bono, al menos públicamente en el Congreso, la ministra de Defensa, Carme Chacón.
Este jueves Bono ha reiterado que su intención es acudir el sábado a la reunión del Comité Federal porque, pese a su cargo de presidente del Congreso es miembro del máximo órgano entre congresos del partido desde hace muchos años. "Ideológicamente soy de los míos", ha enfatizado, tras recordar que en el último año le ha sido imposible asistir a todos los comités federales porque han coincidido con "actos o viajes institucionales".
El que se enfrentara con el ahora presidente del Gobierno en la carrera por la Secretaría General del partido hace once años ha querido subrayar, cuando se le ha interrogado sobre la sucesión, que "Zapatero es fijo en la quiniela" y que "probablemente tiene un poder que no ha tenido ningún otro secretario general dentro del partido".
EL CALENDARIO LO MARCA ZAPATERO
"Se le tiene un cariño absolutamente real y sincero y un gran respeto", ha agregado, para añadir a renglón seguido que será Zapatero "quien marque y decida" qué política ha de seguir el partido, también en el tema sucesorio.
Aunque ha incidido en que el PSOE no se rige por las "unanimidades encendidas" de los "viejos partidos comunistas" sino que ejerce la crítica interna, pero desde la "fraternidad", ha responsabilizado a personas ajenas al partido de los intentos de "achicar" al PSOE.
"Hay gente que quiere achicarnos la legislatura, la ideología, al candidato y al presidente, pero los tiempos del PSOE los va a marcar el PSOE, fundamentalmente Zapatero, y no ningún escribidor exterior ni ningún líder que no sea del partido", ha advertido.
No obstante, también ha exhortado a sus compañeros a ser "inteligentes" y ha darse cuenta de que la sucesión que les debe "interesar" es la presidentes autonómicos del PP como Esperanza Aguirre o Francisco Camps. "Lo demás debería interesar a los de enfrente y nosotros no debemos hacer el juego a nuestros adversarios electorales", ha remarcado.
OFENSIVA DEL PP CONTRA RUBALCABA
A Bono se le ha preguntado si mantenía el término de 'liebre eléctrica' que utilizó para definir a Rubalcaba el pasado mes de diciembre y él se ha reafirmado, recordando que se denomina así a la liebre "que se pone para que los galgos corran más, puedan esmerarse con más fuerza en la carrera y mantengan la tensión".
El presidente del Congreso considera que la ofensiva que ha abierto el PP contra el titular de Interior por el supuesto chivatazo a la red de extorsión de ETA y la negociación con la banda terrorista, tiene que ver con sus posibilidades de suceder a Zapatero como cabeza de cartel socialista. "A juzgar por el modo en que preguntan por quién y por cómo pregunta, la respuesta es 'verde y con asas'", ha apuntado.
En este punto, ha aprovechado para volver a recordar al PP que "el terrorismo no debería ser objeto de lucha partidista", sobre todo porque cada vez que PSOE y PP se enfrentan por esta cuestión la que "se alegra" es ETA. También ha reprochado al partido de Mariano Rajoy que dé más credibilidad a la banda que a Rubalcaba.
Al hilo de este tema, ha relatado que, tras el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid cuando a él le preguntaron si se quedaba con la versión del entonces líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, --que desvinculaba a ETA de la masacre-- o del ministro del Interior, Ángel Acebes, --que se la atribuía-- él siempre se queda con el responsable de la lucha antiterrorista. "Ahora no tengo duda, entre ETA y el ministro del Interior, me quedo también el ministro del Interior", ha concluido.