Borrell advierte de que la responsabilidad de aumentar la seguridad en Darfur está ahora en manos de la ONU

MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

El eurodiputado socialista y presidente de la comisión de Desarrollo, Josep Borrell, advirtió hoy de que la ONU tiene ahora la "responsabilidad" de aumentar la seguridad en la provincia sudanesa de Darfur (oeste del país), después de que el Gobierno sudanés haya aceptado el despliegue de 'cascos azules' en una fuerza conjunta con la Unión Africana (UA).

En rueda de prensa en la sede del Parlamento Europeo en Madrid, Borrell expuso sus impresiones a su regreso de la visita de una delegación del Parlamento Europeo, que él encabezó, y que ha estado esta primera semana de julio en Sudán y Chad.

De su gira por Darfur, Jartum y el vecino Chad, Borrell ha concluido que una mejora en la deteriorada situación de seguridad por la que atraviesa la zona pasa necesariamente por el despliegue de una "fuerza híbrida" de la ONU y la UA con "voluntad de intervenir" y con un "mandato distinto" al que tienen en la actualidad los 7.000 soldados de la Unión Africana destacados en Darfur, una provincia con una extensión similar a la de España.

En la actualidad, estos 7.000 soldados no patrullan de noche ya que han sido objeto en varias ocasiones de los ataques de los combatientes. Además, apuntó Borrell, tienen un mandato que les "impide proteger efectivamente a la población".

El eurodiputado socialista afirmó que Darfur es hoy un "territorio sin ley" donde no se puede viajar por carretera "sin correr el riesgo de ser asaltado o secuestrado".

La situación en los campos de refugiados en el este de Chad, que también visitó la delegación parlamentaria, está "estabilizada" gracias a Naciones Unidas y las ONG, aunque sigue siendo "precaria", dijo Borrell, que alertó de que el número de refugiados sigue aumentando. Sólo en el norte de Darfur, en lo que va de año se estima que el número de desplazados ha aumentado en 20.000.

EL PAPEL DE LA UE EN LA CRISIS

El viaje de la delegación de la Eurocámara se produjo una semana antes de que el Parlamento Europeo debata y vote una resolución sobre Darfur que fijará la posición de esta institución de cara a los acontecimientos que se esperan para los próximos meses en la región.

Borrell recordó que la UE se ha gastado en el despliegue de los soldados de la UA unos 400 millones de euros, "más que en ayuda humanitaria". El eurodiputado consideró que los europeos seguirán teniendo un papel relevante en la financiación de la fuerza conjunta de casi 20.000 militares de la ONU y la UA, ya que, bajo su punto de vista, estos soldados deberían ser preferentemente "africanos o asiáticos", para evitar la presencia de militares cristianos en un país mayoritariamente musulmán.

"La UE no tiene responsabilidad ciertamente" sobre Darfur, aclaró, "pero no puede dejar de comprometerse en aliviar esta tragedia aunque no sea ella quien la haya creado ni tenga ninguna culpa en la misma". "Tiene la obligación política (...) de intentar encontrar una solución", añadió.

Preguntado sobre a qué atribuye el cambio de posición del Gobierno sudanés sobre el despliegue de una fuerza de la ONU, consideró que puede haber influido el empeoramiento de la seguridad, que le resulta casi imposible de garantizar, así como su creencia de que la comunidad internacional no será capaz de hacer realidad ese despliegue o, como mínimo, tardará mucho en llevarlo a cabo. Por eso, insistió, "la pelota está en el tejado de la ONU" y de los países que decidan enviar tropas.

Borrell alertó asimismo de que el peor escenario posible que se imagina sería que en los próximos seis meses no se hiciera efectivo el despliegue de la fuerza conjunta y que el Gobierno sudanés siguiera sin ser capaz de mejorar la seguridad, lo que podría conducir a que algunas ONG se vieran obligadas a abandonar la zona.

Durante su visita, los europarlamentarios se reunieron con el ministro sudanés de Exteriores, Lam Akol, con diputados sudaneses, líderes de la oposición, así como con el único líder rebelde firmante de los acuerdos de paz, Minni Minawi, ONG, intelectuales, representantes de la sociedad civil sudanesa y con el embajador chino en el país, Zhang Dong.

Desde que en 2003 estallara el conflicto entre los rebeldes de Darfur y las tropas y milicias favorables al Gobierno de Sudán, se han registrado más de 200.000 muertes y 2,5 millones de personas desplazadas.